María y José confiaron en Dios y en Su plan para que naciera Su Rey bebé. Cuando llegó el momento del nacimiento de Jesús, María y José viajaban a un pequeño pueblo llamado Belén. ¿Te gustaría saber un dato especial sobre el pueblo de Belén? También era llamada la ciudad de David (porque allí había nacido y había sido elegido como rey), además ¡José también había nacido en Belén! ¿Recuerdas lo que Dios le había prometido al rey David, que su reino duraría para siempre? Pues justamente Jesús nacería de la familia del rey David, como Dios lo había prometido y planificado desde el principio. ¡Ese era el momento de comenzar el plan de rescate que Dios tanto había preparado! Dios debía entrar al mundo como un diminuto e indefenso bebé. Este bebé, Jesús, sería el Rey de reyes, Él gobernaría en el cielo, sentado a la diestra del Padre, nos salvaría a todos y merecería toda nuestra adoración. Sin embargo entró al mundo silenciosamente, no hubo un desfile para celebrar el nacimiento del gran Rey, ni fotógrafos para capturar el momento. De hecho no mucha gente sabía lo que estaba pasando. ¡Esa noche los cielos se regocijaron! ¡Una estrella especial brilló sobre el pesebre donde estaba Jesús! Los ángeles cantaron a los pastores que se encontraban cerca, diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz para con los hombres de buena voluntad!”. Al ver esto los pastores se apresuraron a buscar al Rey que había nacido para adorarle. Además unos sabios viajaron desde tierras lejanas de Oriente para encontrarse con Jesús tan pronto pudieron y traerle presentes. Un día toda la tierra conocería lo que ocurrió en aquella noche estrellada. Dios envió a Su Hijo a vivir en la tierra por nosotros, por ti y por mí. Él envió a Jesús, un bebé que era completamente humano y completamente divino para salvarte y volverte a Él. Jesús vino a la tierra y fue llamado Emanuel, Dios con nosotros, para que nunca estuviésemos solos. Así que aún en nuestras noches más oscuras Dios traerá Su luz directamente desde el cielo. Dios siempre está obrando y siempre está cerca. Solo tienes que pronunciar Su nombre y Él vendrá a ti porque te ama más de lo que puedas imaginar. Si quieres una prueba de este amor, ahí lo tienes, envió a Su Hijo a nacer en un pesebre en Belén. Pero esto era solo el inicio de Su plan de rescate.
CONVERSEMOS
1 – ¿Por qué crees que al principio Dios no le avisó a más personas acerca del nacimiento de Jesús?
2 – ¿Qué sentido crees que tiene que el nombre de Jesús signifique “Emanuel, Dios con nosotros”?
OREMOS
Querido Dios, Tú eres maravilloso. Tú nos amas tanto que enviaste a Tu Hijo por nosotros. Gracias por esa hermosa noche cuando Jesús nació, te agradecemos que nos transmitas Tu amor a través de Jesús, nuestro Emanuel. Te amamos, en el nombre de Jesús, amén.
- Lucas 2:4-12 | (Leer)
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