Por Pr. Daniel González
“Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir”. Eclesiastés 10.10
Este es un principio de sabiduría poderoso para lograr mayores resultados con menor desgaste. Si queremos desarrollarnos y desgastarnos lo menos posible en el proceso, necesitamos ponerlo por obra.
Muchas personas viven embotadas, esto es desbordadas, superadas, abatidas, cansadas y esto hace que cada vez tengan que agregar más fuerza.
Pero no es cuestión de fuerza, sino de afilar el hacha para ser más eficientes en lo que hacemos.
Formas de afilar el hacha:
- Tecnología: aprender a valernos de ella.
- Capacitación: incorporar nuevos conocimientos.
- Viajes: conocer nuevas tendencias.
- Descanso: respetarlo y valorarlo.
- Ejercicio físico: desarrollarlo de forma cotidiana.
- Alimentación: sana, nutritiva y en su justa medida.
- Organización: del tiempo, del dinero y de toda la vida.
- Revelación: buscar la voluntad de Dios en todo.
Este principio es inversamente proporcional. Si el hacha no está afilada, entonces no habrá mas remedio que añadir más fuerza.
Por favor, dejá de concentrarte en la fuerza y concentrate en afilar el hacha en cada área de tu vida, vas a lograr mejores resultados y con menor desgaste.
No te olvides que la sabiduría es provechosa para dirigir tu vida, tu hogar, tu trabajo, tu economía, tu ministerio.
Si hay un área de tu vida en la que cada vez estás añadiendo más fuerza, no cabe duda de que tenés que afilar el hacha en esa área, para no terminar herniado y además porque te merecés vivir mejor.
Recordá siempre que fuerza no es igual a resultado, hacha afilada con sabiduría sí.
Yo bendigo tu vida para que puedas afilar el hacha en todo lo que hacés y disponer de más tiempo para servir a Dios, atender tu familia y poder proyectarte a cosas nuevas.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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