Como estar alertas y preparados ante las situaciones de la vida

Existe un lema en el movimiento Scout que dice “Siempre Listos”, con la finalidad de estar “alertas y preparados” ante cualquier situación que se presente durante las exploraciones en la naturaleza. ¿A quién no le gustaría estar “listo y preparado” ante las situaciones que se nos presentan a diario? Es inevitable pensar que la vida sería más fácil si se nos avisara de antemano sobre la economía, alguna enfermedad venidera, la educación, etc. Pero la verdad es que, aunque hagamos el esfuerzo, la vida no es así. Sin embargo, Dios quiere que estemos “Siempre Listos”. Tal vez te preguntaras, y listos ¿para qué?

A través de la parábola de las 10 vírgenes podemos destacar algunas cosas sobre qué y cómo debemos estar alertas y preparados.
Cuatro situaciones a las que debemos estar atentos

Atentos ante la división

En aquel tiempo, el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomaron sus lámparas, y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomaron sus lámparas, pero no llevaron aceite; en cambio, las prudentes llevaron sus lámparas y también vasijas con aceite. Mateo 25:1-4

La división es algo “normalizado” en nuestras vidas, lo podemos vivir en algún deporte, en tendencias, gustos, es usual que se dividan las opiniones y pasiones, estar de un lado o del otro.

En el pasaje que abordamos aquí solo se divide en dos grupos, cinco prudentes y cinco imprudentes, en otras versiones menciona a cinco sabias y cinco necias. En esta división, Jesús nos dice a modo de advertencia ¡Cuidado!, Porque Él espera que nos encontremos en el grupo de los prudentes y sabios, que estemos encendidos, y ¿Cómo podemos estarlo? Preparándonos, teniendo una relación de intimidad con Él a través de la oración y la lectura de la palabra, esperándolo con ansias y fe.    
Debemos identificar a que grupo estamos perteneciendo, a los preparados a los que no. La respuesta determinara nuestras decisiones. 

Atentos con quedarnos dormidos y volvernos insensibles

“Como el esposo se demoró, todas cabecearon y se durmieron”. Mateo 25:5

Cuando nos quedamos dormidos somos improductivos y la mayor guerra que tenemos no ocurre fuera de nosotros, sino, dentro, y debemos luchar para no adormecer nuestro espíritu y quedarnos insensibles.
La falta de expectativas puede provocar aburrimiento, desgano e indiferencia, nos vamos adormeciendo y bajando la guardia, perdemos el enfoque y es ahí cuando nos perdemos a nosotros mismos desconectándonos de la fuente de Dios.
Jesús en varias ocasiones le pidió a sus discípulos que “Esten atentos y oren”, que estén despiertos.  
Jesús les dijo: ¡Mi tristeza es tan grande que me siento morir! Quédense aquí, manténganse despiertos conmigo.
Después regresó a sus seguidores, los encontró durmiendo y le dijo a Pedro: ¿No pudieron estar despiertos conmigo por una hora?  Quédense despiertos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil.  Mateo 26:38,40-41 Nos mantengamos alerta, despiertos, seamos sensibles a la voz del Espíritu Santo para hacer lo que Dios quiere y no dejarnos llevar por nuestros propios deseos.

Atentos a los tiempos de oscuridad

 A la medianoche se oyó gritar: “¡Aquí viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!” Todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Entonces las insensatas dijeron a las prudentes: “Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.” Pero las prudentes les respondieron: “A fin de que no nos falte a nosotras ni a ustedes, vayan a los que venden, y compren para ustedes mismas.” Mateo 25:6-9

Para la cultura hebrea la medianoche representa el momento de mayor oscuridad, desorientación y confusión.
Jesús nos advierte que su regreso va a ocurrir en un momento de mayor oscuridad, y la confusión en medio de la oscuridad puede traer la perdida de las referencias claras.
En este tiempo podemos ver que los valores del reino se van diluyendo, en la sociedad sin Cristo se priorizan los animales sobre los humanos, se intenta cambiar el lenguaje o incluso hasta el cuerpo.
Cuando no tenemos referencias claras, estamos en peligro de tropezar y caer, y ser alcanzados por pensamientos confusos, sentimientos de ansiedad y depresión, no nos dejemos engañar y como menciona el versículo “mantengamos nuestras lámparas con suficiente aceite” para poder ver claramente en medio de esos tiempos de oscuridad.

Atentos a la oportunidad

  “Pero mientras ellas fueron a comprar, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas, y se cerró la puerta.  Después llegaron también las otras vírgenes, y decían: “¡Señor, señor, ábrenos!”  Pero él les respondió: “De cierto les digo, que no las conozco.”  Estén atentos, porque ustedes no saben el día ni la hora en que el Hijo del Hombre vendrá.” Mateo 25:10-13  

Tenemos una orden, estar atentos, y eso implicar quitar toda distracción que nos impida estar en comunión con Dios.
Si no estamos atentos podemos perder valiosas oportunidades de ver a Cristo obrando en nosotros, en otras personas y en medio de situaciones.

Como Iglesia hemos conocido a Jesús como nuestro Salvador, como nuestro Señor, como nuestro Rey, pero también tenemos que prepararnos para conocerlo como el Esposo.
A lo largo del tiempo hemos experimentado sanidad, salvación y visto maravillas, pero dice el Señor que lo mejor vendrá pronto y como iglesia debemos buscar a Jesús con amor verdadero, sin negociaciones, nuestro corazón debe inclinarse por Él, y no perdernos esa oportunidad de estar con Él a causa de tener nuestras lámparas sin suficiente aceite.

Tener nuestro aceite es lo más importe.
Ese aceite se cultiva con intimidad con Dios, cultivarlo lleva tiempo y esfuerzo. El Señor nos alienta a ser lámparas útiles para alumbrar a los que están confundidos y sin referencias, no perdamos la oportunidad y seamos luz donde estemos.   

Algunas recomendaciones si eres el primer lector

  • Te invito a experimentar un diálogo con Dios, hablale como un hijo(a), no desistas tu oración e incluye “que sea tu voluntad” dentro de tus palabras. Él estará feliz de escucharte. 
  • Empieza a leer ¡la Bíblia! Es una oportunidad para conocer y escuchar la voz de Dios. Puedes empezar por los evangelios que están en el Nuevo Testamento (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) 
  • Busca un lugar donde aprender más de Dios, busca una iglesia donde asistir. Si no tienes un lugar, te invitamos a Chubut 605, B/Providencia, Córdoba-Arg. O bien, si lees desde otra ciudad o país te invitamos a ver en vivo nuestras reuniones. ¡Tenemos muchos recursos para ti, ingresa a nuestra Comunidad!  

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