Cinco enemigos para una compra inteligente

“Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom (...) Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura”. Génesis 25.29-30,32-34

1º enemigo, cansancio: “cansado (…) muy cansado”

Dice el texto que Esaú volvió cansado y que estaba muy cansado. No compres en momentos en que estés abatido por el cansancio, esperá para hacerlo cuando estés fresco para tomar decisiones.

No compres por descarte, si estás cansado de buscar y no encontrar algo, descansá, es decir, suspendé momentáneamente la compra hasta estar en condiciones físicas y mentales de hacerlo.

2º enemigo, desesperación: “Te ruego”

Esaú rogó, no ruegues, evaluá distintas alternativas antes de comprar, alejando de tu vida todo tipo de desesperación.

A la hora de comprar, hacelo por convicción y no por desesperación, siendo bien objetivo y para nada caprichoso.

3º enemigo, seducción: “ese guiso rojo”

Esaú estaba impresionado por ese guiso rojo, no te dejes impresionar por las apariencias de lo que ves.

Si te sentís seducido por adquirir algo, prestá mayor atención en esa ocasión, pues se tiende a ser más impulsivo y negligente a la hora de actuar.

4º enemigo, falta de proyección: “He aquí yo me voy a morir”

Vemos a Esaú nada más que con un sentido de gratificación inmediata y no de recompensa a futuro.

La primogenitura necesitaba de paciencia, el guiso rojo estaba listo para ser disfrutado, muchos por vivir el hoy hipotecan el futuro, y por haber vivido negligentemente en el pasado, tienen hipotecado el presente.

5º enemigo, no recapacitar: “Así menospreció Esaú la primogenitura”

Una deuda se contrae en minutos y a veces lleva años pagarla. Esaú no recapacitó en ningún momento sobre lo que acababa de hacer, dice que se levantó y se fue. Cuando uno va a comprar necesita analizar compras anteriores para no menospreciar lo que terminará pagando, a cambio de lo que está recibiendo.

Ejemplo: Si te compraste una bicicleta para hacer ejercicios y no la estás utilizando, recapacitá sobre esto antes de comprarte una cinta para correr, porque lo más probable es que también termine sin utilizarse.

Yo bendigo tu vida con sabiduría y dominio propio para que no seas presa de estos enemigos y puedas desarrollar inteligencia en tus compras y en la toma de tus decisiones.


Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González

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