Devocionales
El pueblo estaba frente a frente con las murallas que habían estado edificando y lloraban. Lloraban porque habían pasado los peores años de su vida y aunque los muros estaban siendo levantados, no sentían que la vieja gloria de Israel hubiera vuelto. Aún se sentían esclavos.
En medio de estos días malos es donde los Levitas se levantaron para exhortarlos a dejar de llorar. Les ayudaron a ver a Dios en medio de sus circunstancias. Les ayudaron a ver con nuevos ojos.
Las circunstancias pivotantes son momentos decisivos. Pueden ser muy buenas noticias o muy grandes tragedias. Sin embargo, la diferencia está en la manera en que interpretamos esas circunstancias. Las conclusiones que sacamos acerca de Dios en esos momentos, son las que nos acercan o nos alejan de Él.
Las conclusiones que sacamos de lo que nos pasa dependen de nuestra forma de ver el mundo y de la gente con la que estamos compartiendo la vida. Por eso es importante la Iglesia y sobre todo los grupos pequeños. Allí somos rodeados tanto por una cosmovisión bíblica, como por personas, aunque imperfectas, que están buscando a Dios.
Cuando somos capaces de hallar a Dios en medio de las circunstancias de la vida, nuestra fe queda fortalecida. Las circunstancias pivotantes ponen a prueba nuestra seguridad y fe en Dios y, por tanto, tienen el potencial para fortalecerla.
Cuando recibes una noticia que puede cambiarte la vida para bien o para mal ¿Cómo la interpretas? ¿Te preguntas cómo encaja eso dentro de los planes de Dios?
¿Tienes algún mentor o consejero que te ayude a interpretar tus circunstancias?
¿Cómo crees que el tener un mentor o consejero te puede ayudar a crecer?
Lectura Bíblica
“
Y todo el pueblo lloraba al oír los mandamientos de la ley. Entonces el sacerdote Esdras, yo, que era el gobernador, y los levitas que enseñaban a la gente, les dijimos: «No lloren ni se entristezcan en un día como este. Hoy es un día dedicado al Señor, nuestro Dios». 10 Además, Esdras les dijo: «¡Vayan a sus casas a celebrar este día! Preparen buena comida, beban vino dulce y compartan con los que no tienen nada preparado. No, no se entristezcan porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza». 11 Y los levitas también tranquilizaban a la gente, diciéndole: «Cállense; no lloren, porque este es un día de santo gozo y no de tristeza». 12 Entonces el pueblo se fue a hacer fiesta y a compartir sus comidas y bebidas con sus amigos. Fue ocasión de gran fiesta y gozo, porque podían oír y entender las palabras del libro de la Ley." Nehemías 8:9-12 NBV
"Además, sabemos que si amamos a Dios, él hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien. Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito." Romanos 8:28 NBV
Comentarios
Buen día! Qué importante tener a alguien en quien descargar lo que traemos en nuestra espalda. Cierto que es sobre el Señor, al fin, en el que la depositamos. Pero ese oído atento, ese rostro que nos mira y esa voz que cambia el llanto en esperanza haciéndonos ver las cosas de otra manera, ¡ qué reconfortante es! Y es el hermano confiable, el que tiene un corazón como el de Jesús, el que lo hace.
Gracias, Padre, por la maravilla de la iglesia.
Amén. Gracias Señor por la maravillosa de tu Cuerpo.
Buenos días hermanos! Así es, querida Eva. Qué bendición ser miembros del Cuerpo de Cristo, y tener hermanos en la Iglesia y el Grupo de Vida que nos ayuden a ver más allá de nuestras debilidades y dolores. Para poder contemplar la gran obra que Dios está haciendo, y que es mucho más trascendente e importante.
Eso nos llena de fortaleza, y Dios se goza cuando nos ve así: firmes, fortalecidos en la fe y determinados a ser parte de la construcción de Su Reino. Amén!
Buenos días !!!Bendiciones !!! Que maravilloso es pertenecer a esta gran Familia en Cristo !!!! Ser miembros del cuerpo de Cristo !!! En nuestros hermanos encontramos ese consejo verdadero con la mirada de Jesús ,ese abrazo ,que transmite el amor de Cristo Yo digo Gracias Padre celestial por la Iglesia !!! Y Gracias por la IglesiaRenacer ,mi familia unida a Cristo
Destacó la mención del devocional de los Grupos pequeños. Sin ellos no podríamos crecer espiritualmente. Ni sentir de cerca el amor y cuidado de cada líder.