“Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos”. Daniel 1.9
La Biblia enseña que Jesús crecía en gracia para con Dios y para con los hombres, ambos requisitos son necesarios para poder mejorar en aquello en lo que te desempeñás.
Crecer en gracia para con Dios, buscando siempre primeramente agradarle a Él en todo. Y crecer en gracia para con los hombres comportándote de forma prudente y siendo de bendición para quienes te rodean.
Es imprescindible hallar gracia delante de aquellos que están en autoridad y tienen la facultad de abrirnos puertas, tanto en lo laboral como en lo profesional o en lo comercial.
No se trata de sacrificar nuestros valores a cambio de la aceptación de nuestros superiores. Daniel, lejos de sacrificar sus valores logró imponerlos, ya que terminó alimentándose como él deseaba.
Necesitamos entender que, para que Daniel lograra lo que logró, fue fundamental no solo estar en gracia para con el Señor, sino también para con el jefe de los eunucos.
El gran desafío es desarrollar en nuestra vida gracia para con Dios y para con los hombres, para, de esta forma, poder crecer en las cosas espirituales y también materiales.
Esto no solo aplica a los superiores, sino también a los pares y a los subordinados, ya que necesitamos, en cuanto dependa de nosotros, tener buena voluntad de parte de todos.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo, con la bendición de Dios, puedas desarrollar gracia para con Él y para con los hombres, y puedas desarrollarte en todo sin estorbos.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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