“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”. (Santiago 1:13-14 RVR1960)
En la teología cristiana, se llama concupiscencia a sentir deseos (o excesos de deseos) no gratos a Dios. La concupiscencia es un mal que viene con todo ser humano desde el vientre de su madre, es parte de nuestra herencia por el pecado que entró al mundo a través de Adán y a través de ese pecado todos nos hicimos pecadores aún sin haber nacido, Véase (Romanos 3:23)
Ahora que sabemos que Dios no tienta a nadie ni Él puede ser tentado, sé que surge la siguiente curiosidad, ¿Cómo puedo vencer la concupiscencia? Viviendo una vida en el Espíritu. Una vez que has aceptado a Jesucristo con todo tu corazón como tu Señor y Salvador, ya tienes contigo al único que puede bautizar con el Espíritu Santo y fuego, si lees el libro de los Hechos te darás cuenta como mucha gente al momento de convertirse recibían el bautismo en el Espíritu Santo, tu no eres la excepción, puedes pedirle con todo tu corazón al Señor el bautismo en el Espíritu Santo y Él te lo concederá porque es su voluntad que vivas en el Espíritu, la Biblia dice: “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben cómo darles cosas buenas a sus hijos, imagínense cuánto más dispuesto estará su Padre celestial a darles el Espíritu Santo a aquellos que le piden”. (Lucas 11:13 PDT)
Entonces luego que tengo al Espíritu Santo, ¿Cómo vivo una vida en el Espíritu para vencer la concupiscencia? La Biblia dice: “Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil”. (Mateo 26:41 NTV) Que tengas al Espíritu Santo no quiere decir que ya no vas a ser tentado, aún sigue la concupiscencia contigo porque es parte de nuestra naturaleza caída, pero ya no estás solo, ahora tienes al consolador, tu ayuda, tu compañero, quien está dispuesto a advertirte todas las veces que sean necesarias cuando vas por mal camino y cuando puedes caer, tu trabajo ahora es alimentar tu Espíritu con el Espíritu Santo que te ha sido dado y dejar que ese fuego vaya quemando los deseos de la carne, eso se consigue a través del tiempo de calidad que pasas en la presencia de Dios en oración, teniendo su Palabra como lumbrera a tu camino y considerando el ayuno como una herramienta poderosa para tu crecimiento espiritual.
Atrévete a vivir una vida en el Espíritu, cuesta pero vale la pena. No seas uno más del montón que vive cediendo a la concupiscencia y dando a luz al pecado el cual trae a tu vida muerte espiritual.
Lectura Bíblica
Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Santiago 1:13-14 NVI Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios. Romanos 3:23 NVI Pues, si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!» Lucas 11:13 NVI Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil». Mateo 26:41 NVI
Comentarios
Buenos Dias !!!! Muy Bendecido Domingo
Mateo 26:41 al leer este pasaje ,puedo reafirmar,que la
la oración diaria y la interacción con Dios, no tenemos nada.
Todos luchamos con vivir de acuerdo con nuestra «carne débil», pero cuando hacemos de la oración una prioridad, Dios nos fortalece en el espíritu, permitiéndonos superar las limitaciones de la carne.❤️?❤️
Es morir cada día a nuestro yo carnal, para darle lugar, a nuestro yo espiritual quien delega el trono de nuestra vida, al único que nos amo, nos ama y nos amará hasta el fin de los tiempos.
Es vivir 24/7, orando, leyendo su palabra, meditando acerca de su mensaje, poniendo en práctica sus enseñanzas y por sobre todo obedeciendo sus mandatos.
Que tengan un buen día, bendecido, prosperado, en victoria y con salud.
Dios los bendiga.
Tener Su Espíritu no nos libra de caer, si no nos alimentamos debidamente con oración, Palabra y ayuno. Muchas veces dejé de hacer esta parte que me corresponde, pensando que Dios obraría igual. Y no fue así!!!