Día 1: No provoques

¿Cómo provocan los padres a sus hijos? ¿Cómo provocan los padres enojo en sus hijos? Lo hacemos de muchas maneras. Estas son algunas de esas formas:

  1. Hacemos enojar a nuestros hijos cuando no les expresamos nuestro amor. Casi todos los padres aman a sus hijos, pero no todos los padres expresan ese amor, para que sus hijos se sientan amados. Los padres expresan amor a sus hijos con sus palabras, escuchándolos con atención, abrazándolos y con disciplina.
  2. Provocamos enojo en nuestros hijos por medio de disciplina excesiva o por muy poca disciplina.
  3. Todos los niños necesitan disciplina. Es una prueba de amor, como los Proverbios nos enseñan y Dios lo modela para nosotros. Pero demasiada disciplina (demasiado dura, demasiado severa, demasiado rígida, demasiado intransigente) o muy poca disciplina (sin límites, sin reglas, sin consecuencias) hace que un niño se sienta frustrado.
  4. Hacemos enojar a nuestros hijos si los sofocamos o los descuidamos. Los padres que asfixian a sus hijos, con mucho control o sobreprotección, los harán irse. Cada niño necesita que se vaya incrementando la libertad e independencia de sus padres para que esté listo para salir de su casa como un adulto joven. Por otro lado, los padres que descuidan a sus hijos, que están demasiado ocupados para sus hijos o que incluso abandonan a sus hijos, también provocan gran angustia en ellos.
  5. Hacemos enojar a nuestros hijos si no los escuchamos. Todos los niños anhelan ser escuchados y entendidos por mamá y papá. Si no se sienten escuchados, que realmente se les ponga atención, se sentirán frustrados y heridos. Esto significa que los padres siempre deben estar listos para escuchar, ya que nunca saben cuándo su hijo está listo para hablar.
  6. Hacemos enojar a nuestros hijos cuando usamos el sarcasmo o los hacemos quedar en ridículo. El sarcasmo y el ridículo lastiman a un niño, especialmente cuando provienen de sus padres. Usa palabras que infundan vida en tu hijo.   

Lectura Bíblica

Ustedes, los padres, no exasperen a sus hijos, sino edúquenlos en la disciplina y la instrucción del Señor. Efesios 6:4 RVC

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Daniel Gonzalez

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Comentarios

  1. Antes recordemos que cada uno de nosotros ha sido niño, no nacimos adultos.
    Las circunstancias de la vida nos van haciendo madurar.
    En nosotros entonces esta qué nuestros hijos no se frustren, dice la palabra del Señor que:

    Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.
    Salmos 127:4 RVR1960

    Para donde irán depende de nosotros, pero no estamos solos, Dios va con nosotros y nos aconseja, escuchemosle.

    Que tengan un buen día, bendecido, prosperado, en victoria y con salud.
    Dios los bendiga.

  2. Buen día, queridos hermanos. Qué sencilla y valiosa interpretación de ese mandato. Y estar siempre dispuestos(preparados) para escucharlos cuando hablen. Como dijo José, son nuestra preciosa saetas.

  3. Buen día, queridos! Dios bendiga grandemente a los padres ante tan tremenda e invalorable labor de educar a sus hijos con el ejemplo, el respeto, el amor, la disciplina. Dios los llene de sabiduría para formar hombres y mujeres para Dios, que se deleiten en Su voluntad y sean de bendición para los que los rodean.
    Que puedan criar niños semejantes a Jesús:
    “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.”

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