Día 1: Yo los he llamado amigos

Un atributo de Abraham digno de admirar es que fue llamado por Dios como Su amigo (Isaías 41:8):

• “Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.”

Uno de los privilegios más grande que nuestro Padre nos puede dar a nosotros Sus hijos es Su amistad. Una relación de amistad se desarrolla a través de la confianza, humildad, transparencia, lealtad e intereses en común. Son muchos los llamados, pero pocos los escogidos, son muchas las personas que deciden servir y buscar a Dios, pero solo unos pocos logran tener una relación de amistad con Él.

La biblia nos muestra que existen diferentes niveles de relación que podemos llegar a tener con nuestro Padre. Podemos congregarnos toda una vida y nunca conocer a Dios (Mateo 7:21-23) o por el otro lado podemos desarrollar una relación con nuestro Papá tan sólida que podamos ser como Moisés que habló con Él cara a cara, como quien habla con un amigo. (Éxodo 33:11). El mismo Jesús cuando estuvo en la Tierra tuvo muchos seguidores, pero fueron pocos lo que Jesús llegó a llamar amigos.

En Juan 15:14-15 Jesús nos mencionó 2 características de aquellos que son sus amigos. 

1. Oyen y conocen la voz del Padre: Cuando invertimos tiempo en alguien, con el tiempo aprendemos a diferenciar la voz de esa persona del resto de otras voces. Tengo muy buenos amigos que pueden llamarme de algún teléfono desconocido y en menos de 1 minuto puedo reconocer su voz. ¿Por qué ocurre esto? He invertido suficiente tiempo en ellos como para reconocer sus voces. Lo mismo ocurre con Dios, para poder escuchar la voz de Dios tienes que pasar tiempo con Él y cuando pasas tiempo con Él no solo eres capaz de escuchar su voz, sino que también aprendes a reconocerla. Si quieres escuchar a Dios debes clamar e invertir tiempo con él. Una promesa que Dios nos dio es que todo aquel que clame a Él, Él le responderá (Jeremías 33:3).
2. Hacen lo que Él les manda: Los amigos de Dios son conocidos en parte por sus actos de obediencia. Abraham obedeció a Dios al entregar a su hijo, Moisés obedeció a Dios y se presentó delante de Faraón y sacó el pueblo de Israel de la esclavitud, tal como Dios lo había ordenado. Es importante escuchar la voz de Dios, pero igual de importante es obedecerla. Santiago 1:22-25 nos menciona que es bienaventurado aquel que no solo es oidor sino también hacedor de la palabra. La biblia esta llena de muchos mandatos de parte de Dios: Ama, perdona, honra, busca a Dios con todo tu corazón, ama a tu prójimo y la lista sigue.

Proponerse en el corazón ser amigo de Dios es algo que no a todo el mundo se le ocurre. Si quieres ser amigo de Dios no solo debes proponértelo sino también actuar para que eso ocurra. 

Reflexión 

• ¿Ser amigo de Dios, es una prioridad en tu vida?
• ¿Cuánto tiempo estas invirtiendo en tu relación con Dios (tú y Él a solas)?
• ¿Eres bueno escuchando y obedeciendo al Padre?

Oración 

Padre, mi anhelo es convertirme en tu amigo. Ayúdame a escuchar tu voz y a obedecerte. Ayúdame a invertir mas tiempo en tu presencia para desarrollar una amistad sólida contigo.

Lectura Bíblica

Pero tú, Israel, eres mi siervo; tú, Jacob, a quien yo escogí, desciendes de mi amigo Abrahán. Isaías 41:8 RVC

Y el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero. Después Moisés volvía al campamento, pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba del tabernáculo. Éxodo 33:11 RVC

Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes. San Juan 15:14-15 RVC