Devocional
El primer enemigo del corazón es la culpabilidad. La culpabilidad es el resultado de haber hecho algo que percibimos como malo. El mensaje de un corazón lleno de culpabilidad es: “tengo una deuda”.
Considera al hombre que abandona a su familia para irse con otra mujer. Sin darse cuenta en el momento, le ha robado algo a cada miembro de su familia. Le ha robado a su esposa su futuro, su seguridad financiera y su reputación como esposa. Desde la perspectiva de sus hijos, este hombre les ha robado sus Navidades, tradiciones, seguridad emocional y financiera, cenas con la familia y la lista sigue y sigue.
Ahora, el hombre que hizo todo esto no piensa en términos de lo que ha robado. Inicialmente piensa en términos de lo que ha ganado. Pero en la primera ocasión en que su hija pequeña le pregunta “¿Por qué ya no amas a Mamá?”, se conmueve su corazón. Ahora siente culpabilidad. Papá tiene una deuda.
Nada, aparte de pagar la deuda, aliviará el corazón de su carga de culpabilidad. Muchos tratan de pagar sus deudas trabajando, sirviendo, dando y aun orando. Pero no se puede aliviar la culpabilidad con obras buenas, servicio a la comunidad, generosidad, ni sentado en la banca de una iglesia. Es una deuda. Y debe ser pagada o cancelada para que un corazón culpable pueda experimentar alivio.
¿Cómo logras que se cancele tu culpabilidad? La respuesta está en uno de los primeros versículos que memoricé como niño: “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1:9 NVI).
La confesión tiene el poder para romper el ciclo del pecado. Y al igual que una receta médica, tiene efecto cuando se aplica correctamente. La aplicación correcta sucede cuando confesamos nuestros pecados, no solamente a Dios, pero también a las personas contra quienes hemos pecado.
Las personas culpables suelen repetir sus ofensas. Mientras cargas con un secreto, mientras tratas de aliviar tu conciencia diciéndole a Dios lo mucho que lo lamentas, te estás preparando para repetir el pasado. Sin embargo, si comienzas a confesar tus pecados a las personas contra quienes has pecado, hay mayor probabilidad que no regresarás a cometer nuevamente esos mismos pecados.
Confiesa a Dios y a los demás y así matarás este enemigo de tu corazón.
¿Por qué motivos te sientes culpable? Confiesa tus pecados a Dios y a quien hayas lastimado. Hazlo hoy.
Lectura Bíblica
"Este es el mensaje que hemos oído de él, y que les anunciamos a ustedes: Dios es luz, y en él no hay tiniebla alguna. Si decimos que tenemos comunión con él, y vivimos en tinieblas, estamos mintiendo y no practicamos la verdad. Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros." 1 Juan 1:5-10 RVC
Comentarios
Buenos Dias !!!!! Bendiciones a todos !!! No tengamos culpas guardadas en nuestro corazon ,para eso tenemos un Gran Padre , que nos escucha , nos perdona y nos aconseja !!!!! Caminemos livianos por el camino , y que nuestro rostro trasmita siempre esa Luz que es de Cristo !!! que tengan una jornada ;muy Bendecida ,prosperada , y Victoriosa
Buenos días hermanos!
¡Qué importante es la confesión!!! Nos libera, sana y transforma.
Por el contrario, cuando tenemos pecados y ofensas guardadas, sin confesar, es como un tumor que está creciendo y haciendo metástasis en todo nuestro ser. ¡La confesión nos hace libres!
Incluso, dice la Palabra, que muchas enfermedades son causadas por la falta de arrepentimiento y confesión. Por eso nos anima el apóstol Santiago, hermano del Señor:
“Confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es muy poderosa y efectiva.” Santiago 5:16 (RVC)
Pone a la confesión y la oración en un mismo nivel, como complementarias, para que seamos sanados. Y termina declarando que orar así (luego de confesar nuestros pecados unos a otros) es una oración poderosa y efectiva. Gloria a Dios!
Tal como dice el devocional de hoy: ¡Qué lindo día para ser libres y sanos a través de la confesión! Que Dios te bendiga!!!
Hola!!! Buenas tardes!!! Nada mas sanador y liberador que arrepentirnos y confesar nuestras culpas, trae sanidad a nuestro cuerpo y alma, andamos livianos, libres de culpa. No dejemos que la culpa nos carcoma y cdo sea necesario y cuantas veces confesemos unos a otros las cargas. Tengan un bendecido día!!! Sin cargas!!! Sin culpas!! Soy libre en Jesús! ❤️?