Devocionales
Empezamos estos días hablando del presupuesto, de cómo armarlo y para qué nos servía. Después pasamos a las deudas y cómo salir de ellas lo más rápido posible. Hoy hablaremos del ahorro.
Muchas veces, logramos la capacidad de ahorrar, pero ese dinero no tiene un objetivo, no tiene un “nombre”, entonces lo terminamos usando ante cualquier eventualidad. Esto hace un poco frustrante el ahorro ya que parecería que siempre ocurre algún imprevisto que se lo lleva.
Una manera de resolverlo es ahorrar para un fondo de emergencia: separar un monto de dinero determinado para poder afrontar algún gasto extra que no tengamos presupuestado (por ejemplo algún arreglo mecánico del auto, alguna cañería rota de la casa). Lo desafiamos entonces a definir un monto para tu fondo de emergencia y ponerle nombre al resto de los ahorros, con un objetivo definido. ¡No importa que sea mucho el dinero necesario, recordemos que ahorrar poco a poco funciona!
Si tiene hijos, es muy interesante enseñarles a ahorrar con un objetivo fijo. Ponerle un destino al dinero que juntan. Usamos este mismo método con nuestros hijos y observamos que cuando no tenían un objetivo para los ahorros, lo gastaban en lo primero que veían, la emoción les duraba poco tiempo. Al contrario, cuando pusimos objetivos para el ahorro, se enfocaron en llegar a esa cifra de dinero y se ponían muy contentos de lograrlo. Esos juguetes parecían tener más valor. No subestime la edad de sus hijos para hablarles de dinero, si no les enseñamos nosotros, lo hará alguna publicidad al estilo gratificación inmediata.
¿Cuánto dinero es suficiente?
Una vez le preguntaron a un multimillonario muy conocido y famoso, ¿Cuánto dinero era suficiente? Y él respondió “el próximo dólar”. Es decir, nunca iba a ser suficiente. Nunca se saciaría de dinero.
Antes de avanzar queremos invitarte a pensar qué lugar ocupa el dinero en tu vida y en su familia. Si nota que el dinero se convirtió en el centro de tus pensamientos te invitamos a que ores declarando este versículo sobre tu vida:
“Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.” Gálatas 5:1 (LBLA)
Siempre que hablamos de dinero debemos recordar que lo hacemos para tener unas finanzas sanas y esto significa darle a cada cosa el lugar que le corresponde.
El amor al dinero no llega de un momento a otro, es un proceso en el que comenzamos a darle importancia desmedida al dinero, comenzamos a dormir menos pensando en esto, nos consume tiempo y energía. Dejamos de pensar con claridad y solo tenemos la idea fija… tener más dinero. Si estoy cambiando “vida” por “dinero” estoy haciendo un muy mal negocio.
Para terminar este día le proponemos charlar sobre objetivos de ahorro, ponerle nombre y monto. Si aún no tiene un fondo de emergencia, charlen sobre cuál sería el monto adecuado, luego disponga formar uno, para no usar los ahorros cuando lleguen (y llegarán) los gastos inesperados. Puede tomarle algunos meses juntar ese dinero extra, sea paciente que con la ayuda de Dios lo logrará.
Lectura Bíblica
Las vanas riquezas pronto se gastan; el que trabaja y las guarda las hace crecer. Proverbios 13:11 RVC
Quien ama el dinero, jamás tiene suficiente. Quien ama las riquezas, nunca recibe bastante. ¡Y también esto es vanidad! Eclesiastés 5:10 RVC
Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud. Gálatas 5:1 RVC
Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual algunos, por codiciarlo, se extraviaron de la fe y acabaron por experimentar muchos dolores. 1 Timoteo 6:10 RVC
Comentarios
Muy buen día!
Es tan cierto que tener un fondo para emergencias nos hace liviano el trance de salir de ellas. Y qué lo poco con constancia, suma.
Buenos días y bendecida semana para todos!
Las naciones que más crecen son las que más ahorran, porque tienen más recursos para invertir y no caen en la esclavitud del endeudamiento. Lo mismo pasa con una familia y con cada uno de nosotros.
Pero ese crecimiento económico no debe ser “a cualquier precio”. Como hemos venido diciendo en toda esta serie, necesitamos la sabiduría de Dios para alcanzar y mantener un saludable EQUILIBRIO en cada área de nuestras vidas.
Como dice el devocional de hoy: “Si estoy cambiando “vida” por “dinero” estoy haciendo un muy mal negocio.”
Pidamos sabiduría al Señor para administrar los recursos que nos ha confiado. Ponerle “nombre” a nuestros ahorros. Y vivir contentos, sin sacrificar calidad de vida por querer ganar más. Que el dinero sea nuestro siervo y nunca nuestro amo.
Te deseo una bendecida semana, con sabias decisiones en cada área de tu vida. Amén!
Buenas tardes !!!! bendiciones a todos !!!! 1Timoteo 6.10 , que actual esta este versiculo, porque :en algunos casos el oro reemplazo a dios , ,como mlos apostatas de la epoca , en que dejaron de buscar las cosas de Dios para dedicarse a buscar el dinero .El dinero en si mismo , no es malo porque es un regalo de Dios (Dt 8.18).El devocional de hoy es muy lindo , y su enseñanza es sabia . El EQUILIBRIO , siempre es saludable , y nos hace sentor seguros !!! porque confiamos siempre en Dios !!!!!!