Día 4: Tu historia con Dios es importante

¿Qué ha puesto Dios en tus manos para contar Tu historia?

¿Has pensado alguna vez que puedes marcar la diferencia en la vida de alguien contando una historia de tu relación con Dios?

Bonar, un joven de Indonesia hizo justamente eso. El tiene una amiga llamada Beatrice, quien es relativamente nueva en la fe. Ella tiene gran pasión en buscar videos y artículos que reafirmen los principios de su fe. Por lo tanto, compartió un video de contenido cristiano en Facebook que hablaba del sufrimiento en el mundo. No pasó mucho tiempo cuando uno de sus amigos le comentó que no estaba de acuerdo con el punto de vista del video. Y esto fue el punto de partida de una larga discusión acerca de Dios y el sufrimiento. 

Bonar se dio cuenta que la conversación en Facebook se iba deteriorando con cada pregunta compleja que surgía. Él pudo ver que los intentos de Beatrice de presentar temas para debatir no estaban ayudando a su amigo a aprender acerca de Dios. Bonar decidió involucrarse y compartir su propia historia personal con Dios. Fue de mucha ayuda. 

¿Por qué Bonar lo hizo personal? Porque Dios es personal. En lugar de enredarse en las preguntas filosóficas y teológicas, Bonar quiso atraer la curiosidad de un no creyente al nivel del corazón y no del intelecto. Es decir, lo que hace crecer la relación de Bonar con Dios no es su conocimiento acerca de la teología o de quien es El, sino de que Dios está involucrado en la actividades cotidianas de la vida de Bonar.

No importa si no tienes todas las respuestas a las preguntas de la gente. No necesitas dar respuestas muy complicadas, cuando tienes una historia personal para compartir. Apocalipsis 12 nos muestra cómo los seguidores de Jesús pueden superar las situaciones por medio de la sangre de Cristo y sus testimonios. 

Por lo tanto, anímate, la historia de tu relación personal con Dios es poderosa.”

Lectura Bíblica

"Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: «¡Aquí están ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! ¡Ya ha sido expulsado el que día y noche acusaba a nuestros hermanos delante de nuestro Dios! Ellos lo vencieron por la sangre del Cordero y por la palabra que ellos proclamaron; siempre estuvieron preparados a entregar sus vidas y morir. ¡Alégrense por eso, ustedes los cielos! ¡Alégrense ustedes, que los habitan! ¡Pero ay de ustedes, los que habitan la tierra y el mar! El diablo ha llegado a ustedes lleno de ira, porque sabe que le queda poco tiempo.» Cuando el dragón se dio cuenta de que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Pero a la mujer se le dieron las dos alas de la gran águila para que volara a su lugar en el desierto, donde es alimentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo, para estar a salvo de la serpiente. Entonces la serpiente arrojó mucha agua por la boca, para que la mujer fuera arrastrada como por un río. Pero la tierra vino en su ayuda, pues abrió su boca y se tragó el río que el dragón había arrojado por su boca. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a luchar contra el resto de sus descendientes, es decir, contra los que obedecen los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo." Apocalipsis 12:10-17 RVC
"En esto vinieron sus discípulos, y se asombraron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno le dijo: «¿Qué pretendes? ¿O de qué hablas con ella?» La mujer dejó entonces su cántaro y fue a la ciudad, y les dijo a los hombres: «Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?» Entonces ellos salieron de la ciudad, y fueron a donde estaba Jesús. Mientras tanto, con ruegos los discípulos le decían: «Rabí, come.» Pero él les dijo: «Para comer, yo tengo una comida que ustedes no conocen.» Los discípulos se decían unos a otros: «¿Alguien le habrá traído algo para comer?» Jesús les dijo: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra. ¿Acaso no dicen ustedes: “Aún faltan cuatro meses para el tiempo de la siega”? Pues yo les digo: Alcen los ojos, y miren los campos, porque ya están blancos para la siega. Y el que siega recibe su salario y recoge fruto para vida eterna, para que se alegren por igual el que siembra y el que siega. Porque en este caso es verdad lo que dice el dicho: “Uno es el que siembra, y otro es el que siega.” Yo los he enviado a segar lo que ustedes no cultivaron; otros cultivaron, y ustedes se han beneficiado de sus trabajos.» Muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que en su testimonio decía: «Él me dijo todo lo que he hecho.» Entonces los samaritanos fueron adonde él estaba, y le rogaron que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días. Y muchos más creyeron por la palabra de él, y decían a la mujer: «Ya no creemos solamente por lo que has dicho, pues nosotros mismos hemos oído, y sabemos, que este es verdaderamente el Salvador del mundo.»! San Juan 4:27-42 RVC

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