“¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:7-8).
Jesús es tan claro al compartir esta parábola. Dice la Palabra de Dios que Él hablaba a la gente a través de parábolas, y sin ellas no les hablaba. Esta manera de enseñar ayudó, y seguirá ayudando, a la comprensión de los misterios más profundos del reino de los cielos.
Si un hombre para no ser molestado contestó la petición de una mujer, cuánto más nuestro Padre Celestial ayudará a aquel que pide justicia. Tal vez estés atravesando un tiempo de injusticia, o estés necesitando que una causa que está trabada se active; recuerda, tenemos a un Dios poderoso y misericordioso que se apresura a contestarnos.
Pero Jesús nos lleva una vez más a la reflexión, porque pregunta si cuando Él regrese hallará fe en la tierra. Es que, en ocasiones, cuando las pruebas azotan nuestra vida, la fe pareciera decaer. Por eso no tan solo es necesario seguir golpeando, clamando, sino además no perder la fe. La fe es una llave que abre puertas cuando todos te las cierran. La fe mueve la mano poderosa de Dios. La fe es la que nos sostiene en pie.
Desafío de hoy: Vuelve a desempolvar esas peticiones que dejaste de hacer porque te cansaste, porque tu fe decayó, porque te resignaste. Vuelve a clamar como la primera vez, Dios pronto hará justicia.
- Números 3:1-51 | (Leer)
- Números 4:1-49 | (Leer)
- Lucas 18:1-43 | (Leer)
Comentarios
Lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino
Jure y ratificare que guardaré tus justos juicios!
ALELUYA! GLORIA AL SEÑOR POR SU PALABRA, SU AMOR ETERNO CON QUE NOS AMO!