Devocionales
Cuando Dios le dio su Ley a Moisés para que enseñase a todo el pueblo a vivir por ella, lo que le estaba dando era un nuevo sistema de vida. Un sistema para vivir vidas llenas de significado y que honren a Dios en todo lo que se hacía. Por lo general eran leyes que iban en contra de la corriente, una de las más increíbles exhortaba a los fuertes a cuidar de los débiles y a los grandes a cuidar de los pequeños.
Sin embargo, ya sea por la crisis, o porque el pueblo había olvidado este sistema de vida; aquellos que tenían más dinero, no sólo no estaban protegiendo a los pobres y endeudados, sino que se estaban aprovechado de ellos cobrándoles altos intereses y así, el tercer tipo de oposición vino “desde adentro”.
La codicia y el egoísmo son amenazas reales al liderazgo e integridad de cada persona y sólo existe una cura: la generosidad.
Nehemías, al ver que los fuertes y poderosos habían estado abusando de los más indefensos no dudó en hacerlos regresar a este sistema tan contra-intuitivo, pero tan bendito que Dios les había enseñado. Les instó a proteger a los débiles y a perdonar las deudas de los pobres.
Si vamos a liderar debemos tener un espíritu generoso y aunque la generosidad se muestra en las acciones más cotidianas, se pone verdaderamente a prueba en los momentos difíciles, tu grado de generosidad y liderazgo están correlacionados. Uno no podrá existir sin el otro.
El mayor ejemplo de liderazgo generoso lo dio Jesús al entregar su vida por nosotros en la cruz.
¿Qué tan generoso eres en momentos de dificultad?
¿Cómo está tu nivel de generosidad ahora mismo?
¿Cómo puedes mejorar tu nivel de generosidad?
Lectura Bíblica
"Hubo en esos días una gran protesta de las familias del pueblo contra algunos judíos ricos que estaban abusando de ellos. Lo que ocurría era que las familias que se quedaban sin dinero tenían que vender a sus hijos o hipotecar sus campos, viñas o casas para obtener dinero para comprar comida. Algunos ni eso podían hacer, porque ya habían tomado dinero prestado para pagar los impuestos que le pagaban al rey. La gente protestaba: «Somos sus hermanos, y nuestros hijos son iguales a los de ustedes. Sin embargo, hemos tenido que vender a nuestros hijos como esclavos a fin de obtener el dinero que necesitamos para vivir. Ya hemos vendido algunas de nuestras hijas, y no podemos pagar por su libertad, porque nuestros campos también han sido hipotecados a estos hombres»." Nehemías 5:1-5 NBV
"Devuélvanles hoy mismo sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas, y aliviémoslos así de sus cargas. Ellos estuvieron de acuerdo en hacerlo, y dijeron que ayudarían a sus hermanos sin exigirles nada. Luego convoqué a los sacerdotes e hice que estos hombres juraran cumplir sus promesas." Nehemías 5:11-12 NBV
Comentarios