“… y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros (...) y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo”. 2 Reyes 6.15,17
Si bien la realidad es una sola, hay dos formas de actuar frente a ella: basándonos en las circunstancias que nos rodean o basándonos en el poder del Dios que tenemos.
Giezi veía solamente la ciudad sitiada, pero Eliseo veía el poder de Dios obrando a su favor.
Lo mismo sucede con muchos creyentes: se detienen y prestan más atención a las circunstancias que los rodean que al Señor poderoso que tienen.
Necesitamos no negar la realidad, pero tampoco negar el poder de Dios que está vigente a favor nuestro.
- El cáncer es incurable, pero para Dios no hay nada imposible.
- Comprar una casa es muy difícil, pero para Dios no hay dificultades.
- Un familiar es duro de corazón, pero Dios quiere que sea salva toda tu casa.
Frente a estos temas, aunque la mayoría opine que no hay solución, mantené firme tu fe en el Señor y tu dependencia de Él.
Por favor, que la opinión de los demás no se convierta en tu realidad sino que la transformación de tu realidad transforme la opinión de los demás.
Necesitamos que Dios abra nuestros ojos espirituales para que, además de ver la realidad natural, podamos experimentar el poder sobrenatural del Señor obrando en nuestra vida.
Yo te bendigo para que sean abiertos tus ojos espirituales y, a partir de tu realidad —cualquiera sea—, puedas experimentar el obrar de Dios en favor de tu vida y la de tu familia.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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