En la época bíblica era más fácil ser fiel a Dios. Todos iban a la iglesia con sus hijos, no había divorcios y no existían vicios que hicieran caer a las personas. Eso dijo una estimada cristiana al desafiarla a vivir como Dios enseña en su Palabra. El error de la hermana fue creer que los cristianos de aquel tiempo eran ideales. Muchas personas creen que la fe cristiana es solo para “los bien portados”; sin embargo, muchos crecen en el seno de familias que no son perfectas ni mucho menos: padres divorciados, hijos que viven con padrastros, madres solteras, hermanos que se pelean y muchos que viven con sus abuelos porque sus padres están trabajando en el extranjero.
¿Qué puede decirle la Biblia a estas personas? ¿Hay enseñanzas en la Escritura para ellos? ¿Qué puedes decirles a las personas a quienes ministras y que viven en medio de dificultades o en familias disfuncionales?
La Biblia describe a las personas y familias tal y como son
No debemos olvidar que, contrario a lo que muchas veces se enseña en las iglesias, la Biblia no es solo un libro de lindas historietas con enseñanzas morales profundas; de hecho, muchas veces las iglesias “limpian” las historias bíblicas despojándolas de los elementos ofensivos que muchas de ellas tienen. Si leemos con cuidado las Escrituras, nos encontraremos con una honestidad tan grande que prácticamente a todos los personajes se les señalan defectos, luchas o fracasos.
Este hecho es muy evidente en lo que se refiere a muchas familias. Por ejemplo, la primera familia, la de Adán y Eva, incluye una historia de enemistad y odio entre los hermanos Caín y Abel. Abraham hizo pasar a su esposa como su hermana, Isaac y Rebeca tenían cada uno un hijo favorito, Jacob tuvo cuatro mujeres y sus hijos llegaron a odiar a su hermano José. Sansón era un mujeriego caprichoso, manipulado con facilidad por mujeres, y David tuvo varias esposas, lo que llevó a sus hijos a disputar el reino. Incluso, su hijo Amnón forzó sexualmente a su media hermana Tamar. Salomón tuvo cientos de mujeres que lo llevaron al fracaso, y Oseas tomó por esposa a una mujer de dudosa reputación que también le fue infiel. Las mujeres estériles en familias importantes para la historia bíblica son varias (Sara, Raquel, Ana, Elisabet).
Por otro lado, hubo muchas familias que no encajarían en la definición de “tradicional”. Cuando Noemí regresó a su tierra, su única familia era su nuera Rut. Ester era una huérfana que vivía con su tío, el siempre protector Mardoqueo. Es probable que Jesús haya sufrido la pérdida de José, su padre terrenal, y viviera parte de su vida con su madre viuda. Según las Escrituras, Juan el Bautista, Jesús y Pablo permanecieron solteros toda su vida.
En lugar de idealizar una imagen perfecta de papá, mamá, los hijos y la mascota, la Escritura presenta con franqueza las dificultades y errores cometidos por familias creyentes. De hecho, si una familia enfrenta una crisis o es disfuncional, puede identificarse con las angustias y defectos de estos personajes bíblicos.
Si leemos con cuidado las Escrituras, nos encontramos con una honestidad tan grande que prácticamente a todos los personajes se les señalan defectos, luchas o fracasos.
La Biblia presenta la voluntad de Dios para las personas y familias
La Biblia no solamente señala las luchas o imperfecciones de los personajes, sino que también establece el ideal de la familia de manera clara. Por ejemplo, en Génesis 1:27 se establece que Dios creó a los seres humanos, varón y hembra. En Efesios 5:22-31 y 6:1-4, se establecen los deberes de los cónyuges y de estos con sus hijos.
Un pasaje que ilumina la tensión entre lo disfuncional y lo ideal es Mateo 19:3-8. En esa ocasión, Jesús fue tentado por los fariseos que le preguntaron de manera maliciosa: “¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?”. La trampa era sutil pero peligrosa: casi cualquier respuesta de Jesús provocaría críticas y condenas. Sin embargo, él acudió al diseño original de Dios para la familia: un hombre y una mujer unidos para siempre, evitando así la condena.
Los fariseos no se quedaron satisfechos y preguntaron de nuevo: “¿Por qué, entonces, mandó Moisés que un hombre le diera a su esposa un certificado de divorcio y la despidiera?” (Mateo 19:7). Jesús aclaró que Moisés permitió el divorcio por la obstinación del pueblo, pero señaló que “no fue así desde el principio”.
En otras palabras, las dificultades y errores en las familias son producto de las imperfecciones humanas y del pecado. Aunque la cultura llegó a permitir varias esposas, la voluntad de Dios no era esa. Las familias que practicaron este estilo de vida sufrieron las consecuencias. Los hijos de Jacob se pelearon entre sí, y Abraham inició una enemistad histórica entre Isaac e Ismael. Salomón, influenciado por sus esposas, siguió a otros dioses.
Dios no desecha a ninguna familia o individuo por ser disfuncional o cometer errores, pero sí expresa el ideal que tiene para toda persona.
La Biblia presenta un Dios que trabaja con personas imperfectas
El Señor no solo establece su voluntad para las personas y familias, sino que también actúa en medio de sus errores y dificultades. La Escritura está llena de ejemplos de individuos imperfectos que fueron llamados a participar en su plan. Dios eligió a Jacob, a pesar de que fue criado en un hogar lleno de engaños. Rahab, una prostituta pagana, es destacada por su fe. Sansón, con todos sus defectos, mostró una fe notable en momentos críticos. Ester, una huérfana, tuvo un papel decisivo en la preservación del pueblo de Dios. Los discípulos, hombres sin formación académica, fueron elogiados por su entrega.
Dios guió a sus siervos en medio de condiciones adversas y errores cometidos, dándoles herramientas para ser fieles, tales como:
- La gracia de Dios: Como Pablo declaró, “por la gracia de Dios soy lo que soy” (1 Cor 15:10).
- El estudio y la aplicación de la Escritura: El Salmo 1 enseña que meditar y deleitarse en la ley del Señor lleva a una vida fructífera.
- La oración fiel: Santiago asegura que la oración del justo es poderosa y eficaz (Santiago 5:16-18).
- La fortaleza del Espíritu Santo: Pablo recibió ayuda del Espíritu en momentos difíciles, como cuando estuvo en prisión (Filipenses 1:19).
- La solidaridad de otros creyentes: Pablo encontró consuelo en la llegada de Tito en tiempos difíciles (2 Corintios 7:6), y llamó a la familia cristiana a ayudar a los necesitados (Romanos 12:13).
- La sabiduría divina: Proverbios insta a no confiar en nuestra propia sabiduría, sino en el Señor (Proverbios 3:5-7).
El río de Dios en las familias
El río de Dios puede fluir en cada familia, trayendo sanidad, restauración y crecimiento espiritual. Dios puede traer reconciliación en relaciones rotas, consuelo en tiempos de pérdida, y guía en medio de la confusión. Así como el Espíritu Santo transformó vidas imperfectas en la Biblia, hoy puede transformar las vidas de las familias, dándoles nuevas oportunidades para vivir conforme a su propósito.
Es un mensaje de esperanza que vale la pena compartir con todos.
Adaptado y tomado con licencia de la revista LIDER 625, edición 16, MULTIFAMILIAS: La nueva realidad que la iglesia puede navegar mejor. Pág. 10.12.
créditos ph: freepik
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