“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”. 1 Corintios 10.23
La llave del filtrado es clave para la focalización en lo que uno tiene que hacer para concretar un proyecto.
Existe hoy una tendencia cada vez mayor a tener más actividades porque se confunde actividad con productividad.
El hecho de que algo me sea lícito no significa que edifique aquello que quiero lograr. Y el hecho de que estés activo no significa que seas productivo.
La clave consiste en, antes de aceptar o participar de algo, pasarlo por el filtro y ver si tiene que ver con el proyecto que estoy queriendo llevar adelante.
Es necesario ser estricto en el filtrado, ya que hay personas que tienen la tendencia a encontrar justificación para involucrarse en todo.
Frente a los demás, sé firme, no te dejes arrastrar por el activismo y los objetivos de otros. Entre la presión de los que te rodean, y tu proyecto, escogé tu proyecto.
Los que logran concretar sus proyectos están ejercitados en decir que no a las cosas que no contribuyen con lo que se han propuesto alcanzar.
En algunos casos, hasta renuncian a seguir haciendo cosas en las que tienen éxito, pero que en este momento significan un obstáculo para lo que quieren lograr.
Recordá siempre que por cada cosa a la que le decís que sí, automáticamente hay otra a la que le decís que no, ya que el tiempo es limitado.
No te disperses, concéntrate en lo que tenés que hacer, y para esto usá la poderosa llave del filtrado.
- Escribí tu declaración de propósito de manera específica y concreta.
- Antes de aceptar una tarea comprobá si concuerda con tu propósito.
- Ejercitate en decir no para poder decir sí a lo que deseás alcanzar.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo puedas aprender a filtrar las cosas que no contribuyen a edificar aquello que te has propuesto alcanzar, aun cuando estas sean lícitas.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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Amén ?