“Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas”. Deuteronomio 28.47
No solo hay que servir a Dios, sino que además hay que hacerlo con alegría y gozo.
La abundancia nunca debe entorpecer nuestra relación y nuestro servicio a Él.
Muchas veces vemos que el crecimiento económico y profesional hace que disminuyamos nuestro servicio al Señor, o que lo hagamos de forma quejosa.
- Compran un automóvil y se quejan de tener que ir con él a la iglesia, en vez de poder ir a pasear.
- Tienen dinero para poder viajar un fin de semana y entonces descuidan el congregarse cada domingo, o lo hacen de mala gana.
- Crecen profesionalmente y ya no dedican tiempo para servir en la iglesia, o si lo hacen, no tienen la disposición adecuada.
- Pastores que han perdido la alegría y el gozo de servir a Dios, debido a la abundancia de tantas actividades, que ellos mismos se ocupan de generar.
El Señor va a mandar abundancia de todas las cosas, nosotros debemos prepararnos para saber tenerlas y utilizarlas.
Si en este tiempo algo de lo que tenés te ha impedido congregarte y servir a Dios con gozo, pedile perdón al Señor y rectificá este comportamiento.
Que la abundancia nunca sea de tropiezo, sino que sirva para extender más y mejor el Reino de Dios, solo así la disfrutaremos verdaderamente.
Yo bendigo tu vida con abundancia de todo tipo y con la sabiduría para poder utilizarla, así esta nunca te apartará de Dios o te quitará el gozo de servirlo.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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