“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca". 1 Pedro 5.10
Esta llave está referida a no tener miedo al fracaso y a poder perseverar en el proyecto, aun cuando haya contratiempos con el mismo.
Es habitual ver personas que por miedo a que algo no resulte viven paralizadas, sin emprender nada, y terminan fracasando al no lograr desarrollarse.
El fracaso es una posibilidad que existe en todo proyecto y, a pesar de tomar todos los recaudos, igual se puede fracasar.
Ante un fracaso hay que tener dos actitudes indispensables:
- Aprender la lección que nos deja.
- Entender que un fracaso no nos convierte en fracasados.
Para emprender proyectos se necesita independencia emocional del resultado y entender que un proyecto no somos nosotros.
Si fracasamos y no volvemos a intentar más nada, verdaderamente habremos fracasado, pero si volvemos a intentarlo con mayor sabiduría, en el futuro podremos lograrlo.
- Contemplá el fracaso como una posibilidad.
- Recordá que si fracasa tu proyecto, no te convierte en un fracasado.
- Fortalecete en el Señor, tu vida depende de Él y no de tu proyecto.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo puedas perfeccionarte, afirmarte y fortalecerte en el Señor, sabiendo que aunque haya un tiempo de padecimiento, al final verás la gloria de Dios.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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