“Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?”. 1 Samuel 17.26
La llave de la recompensa es clave para determinar el rédito del proyecto, es decir, qué quiero lograr.
Es fundamental preguntar por esto antes de comenzar con lo que debo hacer, como hizo David, que lo averiguó antes de enfrentar a Goliat.
Este rédito puede ser espiritual, familiar, personal, material, y es fundamental tener bien en claro los beneficios que recibiremos.
Si tu proyecto es ganar dinero, este debe aumentar tus ingresos. Si tu proyecto es evangelizar, este debe hacer crecer la Iglesia.
Si tu proyecto es mejorar tu familia, esto debe verse en el seno de tu hogar.
Hay personas que no especifican lo que esperan lograr al concretar un proyecto, y aun lográndolo no saben si se cumplieron las expectativas o no.
Para esto es fundamental establecer mediciones permanentes y poder ir monitoreando si está dando el resultado esperado o no.
La llave de la recompensa es la que determina el premio a recibir, y la que nos ayuda a concentrarnos en el beneficio que queremos alcanzar.
- Definí claramente qué esperás recibir al concretar tu proyecto.
- Expresá con sinceridad cuál es la motivación para realizarlo.
- Mientras lo estás ejecutando, monitoreá si estás recibiendo lo que esperabas.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo establezcas con claridad la recompensa que recibirás y puedas analizar de forma concreta el cumplimiento de la misma.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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