“Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo poner proa al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar”. Hechos 27.15
Y siendo arrebatada la nave:
Este es un signo distintivo de esta época, personas que permiten que sus vidas sean arrebatadas sacrificando así sus metas y objetivos.
Permiten que pesen más las circunstancias que las cosas que desean alcanzar y lograr. En muchos casos los arrebatos son internos, cambiando constantemente sus metas y objetivos.
Y no pudiendo poner proa al viento:
Muchos sufren de este mal en este tiempo, gente que no puede orientar su vida para aprovechar los vientos favorables que soplan sobre ella.
Personas que, a pesar de tener ingresos mayores, no logran crecer económicamente.
Otras que, a pesar de disponer de tiempo, no logran realizar sus proyectos. Si no mantenés el curso correcto en tu vida, aun un viento favorable te puede perjudicar, por eso hay quienes cuanto más ganan, más se endeudan.
Nos abandonamos a él y nos dejamos llevar:
Este es el siguiente paso, abandonarse y dejarse llevar, perdiendo el control de la vida y no logrando alcanzar las metas y cumplir los objetivos propuestos.
Ya tiraron la toalla y se les pasa la vida sin alcanzar realizarse, debiendo tener que enfrentar distintos tipos de crisis a causa de su frustración.
Si tu forma de ser te impide alcanzar tus metas, no cambies tus metas, cambiá tu forma de ser.
La mayoría no aprovecha sus metas para cambiar y crecer, y sigue aferrada a su forma de ser, resignando así sus metas, objetivos e incluso sus mejores sueños.
No te olvides de que Dios es el que sopla el viento de bendición sobre tu vida, y vos sos el que debe orientar la proa de ella para aprovechar al máximo la bendición que recibís.
Fijate si está siendo arrebatada la nave de tu vida y, si es así, reaccioná cuanto antes, poniendo proa al viento para aprovechar la bendición de Dios. Renunciá a abandonarte y dejarte llevar.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo, con la bendición de Dios, puedas navegar con sabiduría y alcanzar aquellas cosas que te has propuesto.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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