A una gran cantidad de personas les gusta disfrutar de la playa, sol, arena, agua clara, descansar allí. Quizás mientras lees esto puedes pensar “Eso es lo que necesito”. Imagina que en ese fantástico lugar aparezca la presencia de nuestro Señor Jesús hablándote y enseñándote como lo hace Él, de la mejor manera y con ese Amor único que lo hace ser Jesús.
Sería el lugar ideal para encontrar el mejor de los descansos, tanto físico como espiritual. La verdad que esto es lo que todos necesitamos. Necesitamos estar en presencia de Jesús.
Podemos leer en la Biblia que ocurrió algo similar, fue un hecho que sucedió, quedó en La Palabra de Dios y transformó una situación de cansancio en descanso y de desesperanza en esperanza. En el libro de Lucas dice:
En cierta ocasión, Jesús estaba junto al lago de Genesaret y el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2 Jesús vio que cerca de la orilla del lago estaban dos barcas, y que los pescadores habían bajado de ellas para lavar sus redes. 3 Jesús entró en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, y le pidió que la apartara un poco de la orilla; luego se sentó en la barca, y desde allí enseñaba a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: «Lleva la barca hacia la parte honda del lago, y echen allí sus redes para pescar.» 5 Simón le dijo: «Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y no hemos pescado nada; pero ya que tú me lo pides, echaré la red. (Lucas 5:1-5)
¿Te atreverías a contradecir un consejo de Jesús? ¿Te pasó de sugerirle algo a Dios porque crees que es lo correcto? ¿Te ha pedido Dios que avances y no sabes cómo hacer?
El propósito de Jesús con Simón no era llenarle el barco de peces, Jesús quería enseñarle una total dependencia y confianza hacia Él. Quiero contarte tres características que aprendió Simón Pedro sobre navegar mar adentro.
1. Simón escuchó Su palabra
Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios. Romanos 10:17 RVC
No nos olvidemos que nuestro máximo objetivo en la vida es cumplir con el Propósito de Dios que Él tiene para y con nosotros, y para eso es necesario que nos conectemos con Su palabra.
No permitas que tus metas personales, tu trabajo, tus sueños, tus anhelos te desvíen y no te permitan escuchar La Palabra de Dios. Simón recibió las coordenadas de Jesús, anduvo y aprendió de Él. ¿Qué mensaje has recibido directamente de Dios que no hayas colocado en práctica?
2. Simón fue obediente a Su palabra
Mar adentro no solo es alejarse de la “playa” sino entrar a mar abierto, ir hacia aguas más profundas e incluso luchar con un mayor tamaño de olas. Jesús no solo les dijo que entraran hacia esas “aguas” sino que fue con ellos, y les dijo dónde parar. ¿Recibiste indicaciones de Jesús para tu vida y no las seguiste?
Jesús tiene una característica especial y es que lo que dice lo hace y así es como quiere que hagamos nosotros, es por eso que Dios siempre usa a personas trabajadoras: Pescadores, Pastores, Remendadores de redes, personas que cobraban los tributos del pueblo, etc. La Biblia es clara con esto pero muchos esperan que Dios use sus vidas, cuando están estáticos, quietos y nunca accionan.
Dios valora tu voluntad de trabajo. Pero valora más que le seamos genuinamente obedientes. Y aunque a veces intentamos sugerir algo a Dios como lo hizo Simón…
“Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado.” Lucas 5:5 a RVR1960
También existen aquellos que no pueden bajarse de “sus barcas”. Y dicen cosas como “Siempre lo hice así, es que yo soy así”. Dios necesita personas verdaderamente dispuestas para cumplir Su propósito, no el nuestro, Su plan, no nuestro plan, de esta forma no solo seremos obedientes sino que disfrutaremos de la completa bendición de caminar con Cristo Jesús.
3. Simón entendió la dependencia de Su Palabra
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Lucas 5:5-6 RVR1960
Terminemos de entender el contexto. Ellos ya habían estado y escuchado de Jesús pero en esta oportunidad, Jesús los llamó a una comunión más estrecha. Simón Pedro había estado con Jesús junto a la orilla, y ahora le había ordenado navegar mar adentro. Debemos reconocer que: Si somos conscientes de la presencia de Dios en nuestra vida, no tenemos que tener miedo de obedecer a La Palabra de Dios.
¿Te pasó de confiar más en tus experiencias que en el consejo de Dios ? ¿Pensaste alguna vez que no hacía falta preguntarle a Dios para lograr algo?
¡Cuidado! no podemos dirigir nuestro propio barco, sin perdernos, necesitamos aceptar la presencia de Jesús no solo como tripulante, sino como el capitán, no solo para preguntar cuando estemos perdidos sino para solicitar su guía todo el tiempo. Debemos aprender a escuchar más la voz del Señor.
Cuando escuchamos Su palabra alimentamos nuestra fe, y la obediencia de ella nos abre los ojos y trae bendición; así, cuando viene la prueba estamos listos para depender de Jesús y estar bajo su control y no el nuestro, esperando el resultado verdadero que solo Jesús puede darnos. Es entonces que en fe, podremos echar las redes en Su nombre.
Algunas recomendaciones si eres el primer lector
- Te invito a experimentar un diálogo con Dios, hablale como un hijo(a), no desistas tu oración e incluye “que sea tu voluntad” dentro de tus palabras. Él estará feliz de escucharte.
- Empieza a leer ¡la Bíblia! Es una oportunidad para conocer y escuchar la voz de Dios. Puedes empezar por los evangelios que están en el Nuevo Testamento (Mateo, Marcos, Lucas y Juan)
- Busca un lugar donde aprender más de Dios, busca una iglesia donde asistir. Si no tienes un lugar, te invitamos a Chubut 605, B/Providencia, Córdoba-Arg. O bien, si lees desde otra ciudad o país te invitamos a ver en vivo nuestras reuniones. ¡Tenemos muchos recursos para ti, ingresa a nuestra Comunidad!
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Comentarios
Gracias querido Pablo por tu mensaje del Domingo, no hay nada que se compare en ir hacia aguas profundas acompañados con Jesús, es algo seguro y nos sostiene en momentos donde las tormentas solo se calman con Su Palabra. Un abrazo!