No te enredes

“Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. 2 Timoteo 2.4

Todo aquel que desea servir a Dios debe ser cuidadoso y no enredarse en los negocios de la vida.

No que no deba participar de ellos, sino que puede participar pero sin complicarse al hacerlo.

Podés tener un negocio, ejercer tu profesión, trabajar, formar una familia, etc., pero debés evitar enredarte al desarrollar estas cosas.

Muchos creyentes no pueden agradar a aquel que los tomó, es decir servir a Dios mucho más de lo que lo hacen, debido a las complicaciones que tienen en su vida.

Si tenés enredos laborales y vivís siempre corriendo, no podrás dedicar tiempo y calidad de tiempo para servir al Señor.

En algunos casos ni siquiera es cuestión de que tengas mucho trabajo, sino es cuestión de no organizarlo bien.

Si tenés enredos económicos y vivís siempre tapando agujeros, no podrás concentrarte como corresponde para ejercer tu ministerio.

No es cuestión de falta de recursos sino de falta de sabiduría en la administración y utilización de los mismos.

Si tenés enredos en la administración de tu tiempo, no podrás servir a Dios adecuadamente por carecer de tiempo para hacerlo.

No es cuestión de falta de tiempo sino del establecimiento de prioridades en tu vida, de organizarte y sistematizar las tareas que debes realizar y de no desperdiciar gran parte de tu día.

Nuestra vida debe ser sometida a un continuo “proceso desenredante”, tanto en lo que ya estamos haciendo, para poder disponer de más tiempo, como en los compromisos que tomemos a futuro para no terminar complicándonos.

No tenés que dejar de involucrarte en los negocios de la vida, tenés que hacerlo sin enredarte, para poder servir mejor al que te compró con su sangre y te regaló la salvación y la vida eterna.

Yo bendigo tu vida con sabiduría de parte de Dios para que puedas desarrollarte plenamente y sin enredarte. De esta forma, podrás servirlo más y mejor y podrás vivir de forma plena.

Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González