¿Cómo podemos aprender a orar como lo hacía Jesús?

La oración que hizo nuestro Señor Jesucristo desde la noche al amanecer del viernes en su hora de prueba, nos enseña varias cosas que podemos tomar para nuestro tiempo de oración. Miremos cinco características que podemos aplicar acerca de la oración de Jesús.

ORANDO A SOLAS 

“Y ÉL, se apartó de ellos a la distancia como de un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas oró.” Lucas 22:41 

Jesús se apartó de sus tres discípulos más íntimos que lo acompañaban. Sentía la necesidad de pasar tiempo a solas en oración en ese tiempo de prueba. Claro que la oración grupal es buena, pero la oración a solas en la intimidad nos permite tener una conexión especial.

También hay otro texto que nos habla acerca de la oración a solas en Mateo 6:6 dice…..Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
Jesús tenía muy claro que la oración en intimidad es la clave de concentración y búsqueda al Padre.  

ORANDO CON HUMILDAD 

“Y adelantándose un poco, se postró sobre Su rostro, orando” Mateo 26:39 

Podemos leer en los evangelios que Jesús se postraba sobre su rostro cuando oraba, esta es una actitud de reconocimiento y quebranto hacia Dios. Quizás nosotros no podemos hacer esto todas las veces pero sí es crucial que estemos en el espíritu de la oración.

En nuestro hogar cuando estamos solos, podemos arrodillarnos y quebrantarnos. Quitemos todo orgullo que nos aleje y desconcentre de la comunión con Dios.

“Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes” Santiago 4:6 


No es posible ocultar nuestro corazón delante de Dios, Él conoce hasta cuales son las intenciones de nuestros pensamientos.
Dios quiere que nos acerquemos de una manera genuina y transparente delante de Él. 

ORANDO CON LA IDENTIDAD DE HIJO 

“Y adelantándose un poco, se postró sobre Su rostro, orando y diciendo: Padre mío.” Mateo 26:39

Si Jesucristo es nuestro Señor, Dios es nuestro Padre y eso nos da la identidad de ser hijos. Nadie ni nada puede hacer perder el derecho que un hijo tiene a la protección de un Padre y por eso tenemos la confianza de decirle a nuestro Padre celestial todo lo que sentimos. 

“Mas a todos los que lo recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio el derecho de ser Hijos de Dios.” Juan 1:12 

¿Oraste alguna vez de esta manera?
Dios nos ha permitido que le llamemos Padre y tengamos la libertad de acercarnos con confianza a Él.

ORANDO CON PERSEVERANCIA 

    “Y dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.” Mateo 26:44 

    ¡Jesús oró tres veces! No dejemos de orar las veces que sean necesarias hasta prevalecer. Sigamos firmes continuando en la oración, todo el tiempo, hasta obtener la bendita respuesta divina. Anotar y llevar un registro de nuestras oraciones y sus respuestas, nos ayudan a orar e interceder específicamente con constancia.  

    ¿Recuerdas el pasaje de la viuda con el juez injusto? La insistencia de ella logró que un Juez sin temor de Dios le concediera su petición. Lucas 18.1-8

    ORANDO CONFORME AL PADRE 

    “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa, pero, no sea como YO quiero, sino como TÚ quieras.” Mateo 26:39 

    Jesús no impuso su propia voluntad, cedió todo y dejó que el Padre hiciera Su perfecta voluntad. Así mismo hagamos nosotros, cedamos todo, dejemos de lado nuestra voluntad y abramos las puertas para que nuestro Padre haga Su perfecta voluntad, Él sabe cuando dar, qué dar y cómo dar.   

    Descansemos porque nuestra oración es oída y será respondida oportunamente. 


    ¿Cuántas oraciones y clamores han quedado archivados por no perseverar? ¿Aún estás esperando la respuesta?   

    Tomate un tiempo de oración y ten en cuenta estas características que Jesús nos enseño, conéctate con Dios y descansa en Él.

    Algunas recomendaciones si eres el primer lector

    • Te invito a experimentar un diálogo con Dios, hablale como un hijo(a), no desistas tu oración e incluye “que sea tu voluntad” dentro de tus palabras. Él estará feliz de escucharte. 
    • Empieza a leer ¡la Bíblia! Es una oportunidad para conocer y escuchar la voz de Dios. Puedes empezar por los evangelios que están en el Nuevo Testamento (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) 
    • Busca un lugar donde aprender más de Dios, busca una iglesia donde asistir. Si no tienes un lugar, te invitamos a Chubut 605, B/Providencia, Córdoba-Arg. O bien, si lees desde otra ciudad o país te invitamos a ver en vivo nuestras reuniones. ¡Tenemos muchos recursos para ti, ingresa a nuestra Comunidad!  

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