¿Qué es el Ayuno, y para qué sirve?

Desde el punto de vista natural, el ayuno es abstenerse voluntariamente de alimentos por un tiempo determinado. Cada vez son más los beneficios que la ciencia va descubriendo relacionados con el ayuno, tales como la pérdida de grasa, limpieza del organismo, purificación de la sangre, activación del metabolismo, y muchos otros beneficios relacionados con una mejor salud y longevidad.

El Dr. Herbert Shelton que por años ha estado frente a una clínica del ayuno terapéutico dice: 

“Hay una gran cantidad de enfermedades que tienen su origen en el exceso de comida que podrían terminar con el ayuno. Sin duda hay muchas enfermedades que podrían evitarse, o mejor aún prevenirse y gozar de mejor estado físico si se practicara el ayuno y luego, una mejor manera de alimentarse.”

Arthur Wallis añade: “El hombre sigue cavando su propia fosa con el cuchillo y el tenedor.”

Existe también una sanidad natural y el rejuvenecimiento del cuerpo a través del ayuno.

“En vez de tomar remedios, ayune por un día” Plutarco (historiador y escritor )

Los sentidos, en especial el gusto y el olfato, tienden a vivificarse y a agudizarse en tanto que las facultades mentales se tornan notablemente más claras y activas.

“Un cuerpo sano es un huésped, un cuerpo enfermo es un carcelero.”
"El ayuno es una medicina tanto para el cuerpo, como para el espíritu.”

Desde el punto de vista espiritual, el ayuno es una poderosa arma que, unida a la oración, y la lectura y declaración de la Palabra de Dios, es altamente efectiva para derribar las fortalezas del enemigo que batallan en contra de los hijos de Dios. El ayuno también sirve para transformar personas y circunstancias, permitiendo que se alineen a la voluntad de Dios.

Patriarcas, profetas, reyes, Jesús, Sus discípulos, los apóstoles y millones de cristianos de todas las épocas han utilizado estas armas espirituales con resultados extraordinarios.

En una ocasión a Jesús le preguntaron: ¿Por qué nosotros y los discípulos de Juan el Bautista ayunamos muchas veces, y tus discípulos no? Juan 9:14

Jesús les respondió: ¿Acaso los invitados a una boda pueden estar de luto mientras el esposo está con ellos? ¡Claro que no! Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado. Entonces mis discípulos ayunarán.” Mateo 9:15

Ayunar es abstenernos voluntariamente de comida con el propósito espiritual de acercarnos a Dios en oración. Por lo general, uno se priva sólo de alimentos, aunque en ocasiones especiales y por cortos periodos de tiempo pueda abstenerse también de agua. 

Jesús dijo:

“Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas, 
que aparentan tristeza para que la gente vea que están ayunando. 
Les aseguro que con eso ya tienen su recompensa. 
Pero tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, 
para que la gente no sepa que estás ayunando. 
Solamente lo notará tu Padre, que está en secreto,
 y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6:16-18

¿Cuáles son los distintos tipos de Ayuno que existen?

1) EL AYUNO NATURAL

“Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.” Mateo 4:2

Jesús es siempre nuestro mejor ejemplo. Como hijo de hombre, hizo uso de estos medios para ser fortalecido y vencer sobre el enemigo.

Este tipo de ayuno lo podemos ver claramente en el ayuno de Jesús: Jesús ayunó… y después tuvo hambre. Esto significa que se abstuvo de toda clase de comida, ya fuera sólida o líquida, pero no de agua.

La escritura dice: 

  • “No comió nada” pero no se refiere a que no bebiera.
  • “Tuvo hambre”, pero no menciona que tuviera sed.

El ayuno natural, por lo tanto, es abstenerse de toda forma de comida, pero no de agua.

Este es por lo tanto el tipo más común de ayuno, simplemente dejamos de comer para concentrarnos lo más que podamos en oración a Dios.

¿Cuándo lo comienzo? Ahora mismo, en cualquier momento.

¿Qué pasa si no tengo el suficiente tiempo para orar? ¿Sólo paso hambre? De ninguna manera, el ayuno es en sí mismo, una ofrenda de nuestro cuerpo, un sacrificio vivo, agradable al Señor. Y Él ciertísimamente nos recompensará, cómo lo ha prometido.

2) EL AYUNO TOTAL

En la escritura contamos con varios ejemplos de lo que llamamos ayuno total, es decir, el ayuno de alimentos como de bebida. 

“No comió pan ni bebió agua, porque se entristeció, a causa del pecado de los israelitas.” Esdras 10:6

El sacerdote Esdras estaba triste, amargado y dolido por la condición de los de su nación. Tal era situación que lo agobiaba que no comió ni bebió.

El libro de Ester nos menciona un ayuno de este tipo, cuando una crisis grave en extremo amenazaba con exterminar a toda la raza judía.

“Ayunen por mí, y no coman ni beban durante tres días, noche y día; yo también con mis muchachas ayunaré igualmente.” Ester 4:16

Saulo de Tarso perseguidor de los primeros cristianos tuvo un encuentro con Jesucristo resucitado que revolucionó su vida por completo. 

“Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.” Hechos 9:9

Este encuentro con Jesús y el ayuno total cambiaron el curso de su vida y el curso de la historia de la iglesia cristiana.

Podemos decir que el ayuno total es una medida extraordinaria para una situación fuera de lo común. Como una enfermedad terminal, un matrimonio a punto del divorcio, un hijo rebelde camino al infierno, una amenaza de muerte.

3) EL AYUNO PARCIAL

“En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas.” Daniel 10:2-3

Daniel ya había hecho junto a sus amigos este tipo de ayuno parcial, comiendo sólo legumbres y tomando agua.

Este tipo de ayuno parcial tuvo varios beneficios para Daniel y sus amigos:

  • Físico: El rostro de ellos era mejor y más robusto.  
  • Sabiduría: El rey los halló diez veces mejores que todos los sabios del reino.  
  • Inteligencia: En todas las letras y ciencia.  
  • Espiritual: Entendimiento en toda visión y sueños.  

Muchos hombres y mujeres de Dios han usado este método con fantásticos resultados físicos y espirituales.

  • Cuando Lutero escribía la tesis de la Gran Reforma Religiosa, se encerró con una dieta de pan duro, sal y agua.
  • Juan Wesley, en una etapa particular de su vida, vivió exclusivamente de pan seco. Lo hizo en relación con lo que pensaba que era un caso de posesión demoníaca.                                                                    
  • Para Daniel resultó de gran victoria espiritual sobre los poderes de las tinieblas y además, por medio de un mensajero espiritual le fue revelada la visión

¿Cómo podemos implementar este ayuno parcial?

  • Dejar la cena por varios días, o el desayuno.
  • Comer sólo caldos y verduras, y tomar agua.
  • Desayunar y no almorzar.
  • Reducir la cantidad de alimentos.
  • Suspender las gaseosas, los aderezos, televisión, computadora, internet, los deportes, etc.

Este y cada uno de los distintos tipos de ayuno son de gran estima para Dios cuando lo hacemos motivados por las razones correctas, para darle gloria y honra solamente a Él.

Y Dios que ve en lo secreto te recompensará en público. Con fe y creyendo esto nos impulsará a avanzar en la fe, y nos dará ánimo.

Conclusión

En una ocasión, un padre preocupado por su hijo endemoniado lo llevó a los discípulos de Jesús para que lo liberaran, pero ellos no pudieron. Más tarde, Jesús reprendió al espíritu inmundo y el muchacho quedó libre.

Luego los discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?

“Jesús les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.” Marcos 9:29

El ayuno unido a la oración no lo cambian a Dios, pero sí nos pueden cambiar a nosotros. Porque crucifica nuestra naturaleza carnal, fortalece nuestro espíritu, vence sobre los poderes demoníacos, y establece la voluntad de Dios sobre nuestra vida, familia y nación.

“Las armas con las que luchamos no son carnales, sino las poderosas armas de Dios, 
para la destrucción de fortalezas.” 2 Corintios 10:4

Sugerencias prácticas

Recomendaciones para dejar totalmente o usar cada vez menos:

  1. Azucares y edulcorantes.
  2. Gaseosas, jugos artificiales y bebidas alcohólicas.
  3. Carnes.
  4. Postres.
  5. Café.
  6. Aderezos: Mayonesa, mostaza, Kepchup, etc.
  7. Vitaminas: Redoxon, Supradin, etc.
  8. Televisor, computadora, etc.
  9. Deportes.
  10. Acostarse más temprano.

En cuanto a las comidas y bebidas:

  1. Comidas sencillas.
  2. Verduras.
  3. Poco pan, poca sal.
  4. Agua.
  5. Jugos de fruta.

Este artículo fue tomado de la predicación “El Ayuno, poderosa arma espiritual” del Pr Eduardo Regondi, que podrás ver haciendo clic sobre el título. Gracias por leer y compartir este artículo, y ayudarnos así a difundir el evangelio. ¡Que Dios te bendiga!

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Comentarios

  1. Hola bendiciones para todos, recién leo esté artículo sobre el ayuno muy bueno, bien explicado y práctico para llevar a Cabo . Saludo al pastores , gracias por esté artículo DIOS los acompañe siempre.

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