Hola, mi nombre es David y soy un adicto a las redes sociales. He descubierto esta verdad a través de mi reciente aventura de ayuno de redes sociales. Muchas veces durante las pasadas semanas he tratado o he querido ver mi status, mis Likes, comentarios y mensajes, por eso espero que, al regresar al mundo de las redes sociales, haya aprendido un par de cosas.
Ya casi he terminado mi ayuno de las redes sociales. Y digo casi porque he establecido algunas reglas para utilizar mejor las viejas redes sociales, con la esperanza de no dejar que consuman demasiado de mi tiempo.
He aprendido muchas lecciones durante mi ayuno, y aquí hay algunas que encabezan esa lista:
NOSOTROS –NO SOLO LOS ADOLESCENTES– ESTAMOS DEMASIADO INVOLUCRADOS EN LAS REDES SOCIALES.
En serio, no creo que deba retractarme de mi observación. Puedo seguir muchos de los días de mis «amigos» desde el desayuno, almuerzo, cena, noches de citas y vida amorosa tan solo leyendo sus redes. Mi ayuno trajo a la luz cuántas veces me he perdido el regalo de un momento que nunca se repetirá porque tuve que postear el evento en las redes, o que estoy perdiéndolo porque estoy respondiendo un tuit o posteando sobre de la vida de otro.
LAS PERSONAS REALMENTE NO EXTRAÑARON MI PRESENCIA EN LAS REDES SOCIALES Y NO PERDÍ AMIGOS DURANTE MI AYUNO.
En realidad, pude profundizar algunas de mis amistades durante este período de tiempo porque tuve que enviar mensajes a la antigua, hablar por teléfono y tener conversaciones cara a cara. Es la dura verdad: las personas no están esperando escuchar y ver lo que yo tengo para publicar. «¿Qué?» «¡Amo tus publicaciones, Dave!» «¡Ellas me inspiran!».
El punto es que no debemos tomar nuestra presencia cibernética tan seriamente, siempre habrá alguien que tome nuestro lugar en el océano de las redes sociales.
SOY MUCHO MEJOR ESPOSO, PAPÁ Y AMIGO SIN PARTICIPACIÓN EN LAS REDES SOCIALES.
¿Por qué? Me quitaron de la comparación, la competencia, del consumismo y del drama correspondiente que a menudo es creado por la participación en las redes sociales.
Estas son algunas reglas que estoy poniendo en práctica para utilizar mejor y no abusar de las redes sociales.
1. APAGAR LAS NOTIFICACIONES DE LAS REDES SOCIALES
Esto me permite comprobar la información de las redes sociales cuando yo quiero y no responder (como el perro de Pavlov) cuando oigo un ¡ding! u otro sonido de notificación. Compruébalo: si alguna vez has tomado el celular cuando escuchaste un sonido de notificación, para darte cuenta de que era el celular de la persona a tu lado, quizás quieras desactivar esas alertas.
2. APAGAR TUS REDES SOCIALES CUANDO ESTÁS CON TU CÓNYUGE,
FAMILIA Y AMIGOS
Seguro, las fotos y los videos son divertidos. Captura esos recuerdos, pero espera a publicarlos. ¡NO pierdas el momento!
3. DEJAR DE JUSTIFICARTE Y ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD
Alguien te hará saber cuando estés demasiado compenetrado con las redes sociales: escúchalo y acepta su corrección. ¡Mi maravillosa y sabia esposa me ha dicho esto incontables veces y me hizo saber que mi consumo de redes sociales estaba fuera de control! Todos necesitamos escuchar y responder a aquellos que están tratando de decirnos algo. He visto que unos adictos a las redes le decían a otros adictos que ignoren el dar cuentas a otros y que justifiquen el uso excesivo de las redes sociales. ¡Eso se llama codependencia, amigos!
4. YO CONTROLARÉ LAS REDES SOCIALES, Y NO LAS REDES SOCIALES A MÍ
Para ser claro, las redes sociales son importantes, pero el contacto social real toma su lugar en este caso, por lo que continuaré tomando ayunos periódicos y controlando mi participación en este poderoso medio cultural.
Espero que estas pocas observaciones, lecciones y reglas ayuden a tu consumo de redes sociales. Ahora, deja de leer, y tuitea y publica estos consejos al mundo. ¡Oh, perdón! Espera a llegar a tu casa y postéalo más tarde.
Tomado con licencia de la revista LIDER 625, edición 03, “La Generación Online” Pag. 28.
Créditos ph: Imagen de Freepik
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