“Muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos”. Daniel 1.4
Una de las claves para poder destacarnos es, además de tener conocimiento académico, desarrollar sabiduría en la aplicación de dicho conocimiento.
Tu progreso estará determinado, en gran manera, no solo por tu conocimiento académico, sino por la capacidad de aplicar el mismo de forma sabia a la hora de resolver situaciones.
No alcanza con que un contador conozca las leyes impositivas, además necesita sabiduría para poder aplicarlas en beneficio de su cliente.
No alcanza con hacer una buena descripción sobre una situación, se necesita además sabiduría para saber actuar en dicha ocasión.
No alcanza con tener presentes los recursos económicos que se necesitan, y mencionar los que faltan, se necesita desarrollar sabiduría para, a partir de lo que se tiene, lograr lo que se quiere.
En definitiva, la sabiduría en la ciencia es la capacidad de aplicar el conocimiento académico en función y beneficio de los objetivos que se quieren alcanzar.
Hoy no solo importa el conocimiento que tenés, sino, además, qué sabés hacer con él.
Recordá que José no solo era entendido en la visión, sino que también fue sabio en la instrumentación de la misma.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo puedas desarrollar sabiduría en tu ciencia y no solo poseer conocimiento, sino aplicarlo de la forma más adecuada.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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