“La mano negligente empobrece; mas la mano de los diligentes enriquece”. Proverbios 10.4
Si tu mano es negligente llamarás a la pobreza y si tu mano es diligente llamarás a la riqueza.
En definitiva, en tu mano está el hacer cómo vendrá la mano.
Si sos diligente en la realización de un presupuesto mensual de gastos, optimizarás tus recursos.
Si sos negligente, estarás disipando cuanto ingreso generes.
Si sos diligente en la utilización de tu tarjeta de crédito, ella siempre estará a tu servicio.
Si sos negligente, estarás siempre dependiendo de ella.
Si sos diligente en el ahorro, tendrás recursos ahora y en el futuro. Si sos negligente, carecerás de recursos en todo tiempo.
Si sos diligente en cuidar tu trabajo, podrás crecer laboralmente. Si sos negligente, impedirás tu crecimiento laboral.
Dejá de esperar a ver cómo viene la mano, y en este día comprendé que en tu mano está el hacer cómo vendrá la mano.
Si tu mano es diligente tendrás riqueza, y si tu mano es negligente tendrás pobreza.
Yo bendigo tu vida para que puedas ser diligente y tengas riqueza, para que alejes de vos toda negligencia y nunca tengas pobreza.
Tomado de “Principios para el Éxito” – Pr. Daniel González
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