“De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce ( Santiago 3:10-12). En la vida se pueden sujetar muchas cosas; un ejemplo es ver cómo se sujeta a un caballo poniéndole un freno para que obedezca. Se puede también sujetar una valija en un portaequipaje, un barrilete para que el viento no se lo lleve, ¡hasta los demonios se sujetan al nombre de Cristo! Pero la lengua, ¡cuánto nos cuesta sujetarla! Con ella muchas veces ofendemos, generamos discusiones, hablamos mal de otros y, generalmente, luego nos justificamos de nuestros dichos por las circunstancias que nos rodean. Decimos que estamos nerviosos por tal o cual cosa, que no descansamos bien y por eso estamos sobresaltados, que las presiones o el maltrato en nuestro trabajo nos ponen alterados… ¡Cuánta dualidad solemos tener! Decimos amar a alguien pero en ocasiones es a quien más ofendemos con nuestra lengua. Quiero recordarte que todos, sin excepción, tenemos una capacidad que se llama “dominio propio”. No es cierto que no podemos contener lo que sale de nosotros; siempre hay un momento previo para pensar, y luego actuar. Desafío : Nuestro gran desafío como hijos de Dios, es hablar únicamente aquello que desate bendición: ¡una palabra de cariño, de aliento, de fe! Tenemos en nuestro poder la capacidad de decidir, usemos nuestros labios para bien. Seamos de bendición y no de maldición.
- Daniel 1:1-21 | (Leer)
- Daniel 2:1-49 | (Leer)
- Santiago 3:18 | (Leer)
Comentarios
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce ( Santiago 3:10-12).
Terrible ” Verdad”
Años de creyente, y no consigo dominar ” mi lengua”!
Cuántas excusas…
Cuánto daño podemos hacer!
Nuevamente recuerdo: Jeremías 15:19
Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca.
Que Promesa SEÑOR!
Ayúdame a recibir esta PROMESA!
AMÉN!
¿Cuánto más? Es necesario que mengue y tú crezcas!
Renuevame SEÑOR JESÚS ?❤️
YA Ya no quiero ser igual!
Te necesito SEÑOR! EN TU PRECIOSO NOMBRE, AMÉN ?!