“Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hechos 4:20).
Todos los que tuvimos un encuentro con Jesús tenemos un testimonio que compartir, una experiencia que contar. Recordemos que el testimonio no es nuestro, si no de Dios. Y este testimonio bendice a otro que quizás está atravesando por un momento difícil, generando fe en su corazón para poder experimentar lo mismo que nosotros hemos vivido.
Los apóstoles estaban recibiendo amenazas e intimidaciones para que no hablaran más del Señor. La respuesta de ellos fue inmediata, de ninguna manera le dieron lugar, ya que siguieron hablando con denuedo y en todo lugar acerca del amor y del poder de Dios.
A pesar de que muchas veces nos veamos intimidados por las personas en ciertos lugares o recibamos ciertas prohibiciones, es necesario que solo hablemos: “lo que hemos visto y oído”. Si tuviste la experiencia de haber pasado por un encuentro, seguramente Dios te habrá sanado, te habrá hecho libre de enojos, falta de perdón, tal vez de adicciones… ¿Cuál fue tu experiencia? ¿Cristo te libertó? Eso es lo que tú has visto y oído. Ahora andá y compártelo.
Desafío: Da tu testimonio a otros que no conocen de Jesús. Comienza hoy sin temor y verás cosas grandes de Dios.
- Deuteronomio 29:1-29 | (Leer)
- Deuteronomio 30:1-30 | (Leer)
- Hechos 4:1-37 | (Leer)
Comentarios
»Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes. 20 Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida, y por él vivirás mucho tiempo en el territorio que juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.»
Elijo la vida SEÑOR! ALELUYA