“Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría” (Hechos 17:16).
Cuando veo el estado espiritual en que se encuentra nuestra ciudad, no puedo dejar de sentir un dolor profundo en mi pecho. Cuántas veces viajando en un colectivo, en el subterráneo o en mi auto, al ver a las personas en su condición de ceguera espiritual, arde mi corazón y derramo lágrimas por gente que aun no conozco. El apóstol Pablo, aprovechó las circunstancias para presentar al Dios vivo y verdadero.
Los ídolos nada son, dice la Palabra del Señor, tienen ojos mas no pueden ver; tienen manos mas no pueden tocar; tienen boca mas no pueden hablar. La idolatría fue prohibida por Dios desde los comienzos de la humanidad, pero fue desobedecida por el hombre una y otra vez.
Terminantemente dice la Biblia: “no te harás imagen y no te postrarás ante ellas para adorarlas”, y agrega: “al Señor tu Dios solo a Él adorarás”.
Los ídolos no solo son imágenes, es todo aquello que se coloca en el lugar de Dios reemplazándolo y poniéndolo en el primer lugar. Podemos hacer idolatría de nuestra familia, de nuestros hijos, de nuestro trabajo, de nuestra profesión, de un deporte, de un artista…
Desafío: Te propongo que hoy revises tu corazón y veas si has levantado algún ídolo en él. Renunciá a ello, y vuelve a colocar a Dios en el primer lugar en tu vida.
- Josué 21:1-45 | (Leer)
- Josué 22:1-34 | (Leer)
- Hechos 17:1-34 | (Leer)
Comentarios
amen al Señor su Dios, condúzcanse de acuerdo con su voluntad, obedezcan sus mandamientos, manténganse unidos firmemente a él y sírvanle de todo corazón y con todo su ser.»
Miremos nuestro corazón, el Señor dió todo por nosotros. Ahora el desea que demos lo mejor de nosotros por El!
Que nos amemos y seamos uno, para que el mundo crea!
Amemos en principio y en verdad! AMÉN, así como el se dió por nosotros.
ALELUYA, GLORIFIQUEMOS AL SEÑOR!