“Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, Hasta que yo Débora me levanté, Me levanté como madre en Israel” (Jueces 5:7).
En la época del Antiguo Testamento, Israel fue gobernado por un total de doce jueces. Once fueron hombres y solo una mujer, llamada Débora, la cual fue profetisa y llevó a Israel a la victoria frente a sus enemigos. Débora llegó a declarar que todo estaba abandonado hasta que ella se levantó como madre. ¡Qué extraordinaria proclama!
Me pregunto: ¿Existirán lugares a tu alrededor, tal vez tu hogar, tu familia, en tu facultad, tu trabajo, que estén abandonados? Es decir, que la desidia haya tomado el control. ¿Habrá áreas de tu vida que estén abandonadas? En ocasiones no son tan visibles como una aldea o un pueblo. Quizás sean tan íntimas que nadie se percate del abandono. Tu sentimientos pueden estar postergados, los sueños, metas que en el pasado tenías y, por algún motivo, los relegaste.
Quiero declararte hoy que, así como a Débora, Dios te está llamando a que te levantes como “madre”, es decir que luches, como una madre pelea por sus hijos. Dios te puso en ese lugar, no a otro, a vos. No te excuses. Débora tenía muchas excusas, empezando porque era mujer, y nunca antes había sucedido cosa igual.
Por eso quiero animarte: no postergues tu llamado, Dios está esperando que tomes tu lugar de conquista. Él estará a tu lado.
- Jueces 5:1-31 | (Leer)
- Jueces 6:1-40 | (Leer)
- Hechos 21:1-40 | (Leer)
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