"Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas" Génesis 25:27.
Jacob y Esaú eran hermanos, hijos de Isaac y Rebeca. El mayor de ellos, llamado Esaú, era al que le correspondía la primogenitura. Cuenta la historia que él la menospreció y la cambió a su hermano por un simple plato de lentejas.
¡Qué tristeza produce a un padre cuando un hijo no valora lo que tiene, lo que con mucho esfuerzo le fue dado! En cuántas oportunidades nos habremos topado con personas que no disfrutan de sus bendiciones; quizás nosotros mismos en algún momento de la vida menospreciamos una bendición: la familia, el trabajo, la iglesia…
¿Habremos causado dolor al corazón del Padre?
Los hijos de Isaac cometieron errores y tuvieron que sufrir las consecuencias. Tomemos un momento para reflexionar: ¿En qué te ha bendecido Dios? ¿Lo valoras?
Meta del día: si en algún momento Satanás te sedujo para cambiar lo eterno por lo pasajero, arrepiéntete hoy mismo y da un giro de 180°. Tenés un Padre que te ama y que desea bendecirte en abundancia; valora y cuida lo que Dios te da, obra bien y sé agradecido en todo tiempo, sabiendo que esa será la clave para alcanzar todas las bendiciones que el Padre tiene preparadas para ti.
- Génesis 25:1-34 | (Leer)
- Génesis 26:1-35 | (Leer)
- Mateo 13:1-58 | (Leer)
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