“Guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová… “(1 Samuel 26:11).
La Biblia narra que David tuvo, en reiteradas oportunidades, la posibilidad de lastimar y hasta de matar al rey Saúl. En medio de una de estas circunstancias, es que él va a tener semejante declaración: “guárdeme Jehová…”. Me sorprende la claridad absoluta que tenía acerca de cuidar, de no deshonrar, al ungido del Señor; a pesar de ser perseguido, hasta de estar exiliado por su causa, él no se iba a volver en contra de aquel que había sido elegido por Dios.
Hoy en día no estamos en épocas de escudos y espadas, pero sí tenemos diferentes experiencias que tal vez son conflictivas y nos llevan a enojos y confrontaciones. La pregunta entonces es: ¿Cómo resolvemos nuestras diferencias, sobre todo con nuestras autoridades? Veo muchas personas que son tan livianas a la hora del conflicto, y corren límites aun con aquellas personas que fueron puestas por Dios, con faltas de respeto, irreverencias o murmuración.
Recuerda que Dios nos mandó a respetar y orar por ellas, no a pelear en su contra.
Desafío de hoy: Haz una revisión de tus relaciones. Pide al Señor claridad para saber si de alguna manera deshonraste a alguien con tus palabras o hechos, incluyendo a las autoridades que fueron puestas por Dios. Pide perdón y empieza a actuar como lo hizo David: con honra y respeto.
- 1 Samuel 26:1-25 | (Leer)
- 1 Samuel 27:1-12 | (Leer)
- Romanos 16:1-27 | (Leer)
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Guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová… “(1 Samuel 26:11).
AMÉN!
GLORIFIQUEMOS al SEÑOR JUNTOS, Seamos : 1 en CRISTO en AMOR y en VERDAD