“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado” (Salmo 4:8).
Hoy en día el afán y la ansiedad pareciera que quieren tomar el control de nuestras vidas y uno de los síntomas es la falta de descanso. Qué bueno es poder reposar placenteramente cada noche, el sueño es regenerador. Lamentablemente, muchas personas al irse a dormir no pueden descansar; dan vuelta para un lado y para el otro, pero no pueden conciliar el sueño. Las preocupaciones los envuelven de tal manera que no pueden desconectarse.
Es habitual que los problemas sin resolver y los asuntos pendientes que tenemos por delante invadan nuestros pensamientos. ¿Cómo lograr tener un sueño placentero? El Salmista nos da algunas ideas: acostarnos en paz, entregarle nuestras cargas a Dios y confiar en Él. Dios tiene el control de todo, Él nunca duerme.
También en el Nuevo Testamento contamos con consejos que nos ayudarán en esta dirección; por ejemplo, no ir a dormir estando enojados. “No se ponga el sol sobre vuestro enojo”, menciona la Palabra. Porque el enojo sin resolver también afectará nuestro tiempo de reposo.
Medita por un momento: ¿Existen situaciones o personas que no te dejan descansar? Entrégalas a Dios definitivamente, no permitas que nada ni nadie afecte tu salud física o mental. Y recuerda que solo Dios te hace vivir confiado.
- 1 Samuel 30:1-31 | (Leer)
- 1 Samuel 31:1-13 | (Leer)
- Salmos 3:1-8 | (Leer)
- Salmos 4:1-8 | (Leer)
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En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado” (Salmo 4:8).
Amo este Salmo!
GLORIA al SEÑOR! ALELUYA!