“Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo” (Salmo 61:3)
David ha comprendido a esta altura de su vida que Dios es quien nos protege, quien nos guarda del enemigo, y es torre fuerte. Este hombre de guerra estaba acostumbrado a refugiarse en lugares seguros desde donde compuso muchos de sus salmos. La torre, por otra parte, era un elemento de vigilancia frente a un posible ataque del enemigo, en donde estaba el atalaya dispuesto a avisar frente a cualquier peligro. ¡Así es Dios con nosotros! Es fuente de protección y de ayuda en la necesidad. Aun nos da aviso cuando el peligro es inminente, cuando Satanás intenta destruir a nuestra familia o interponerse en los planes que Dios diseñó para nosotros. Por lo tanto, es inevitable leer este pasaje y no recordar Su fidelidad en cada momento de nuestras vidas. Él siempre estuvo, está y estará a nuestro lado. En medio de cada situación que estemos atravesando, sin importar cuál sea, en Dios encontraremos refugio, protección y paz.
Desafío de hoy: Te animo a que te tomes un tiempo y puedas traer a memoria cada momento en el que la fidelidad de Dios se manifestó en tu vida; seguramente tendrás muchos testimonios para contar, luego dale gracias ¡porque Él lo seguirá haciendo!
- 2 Reyes 13:1-25 | (Leer)
- 2 Reyes 14:1-29 | (Leer)
- Salmos 61:1-8 | (Leer)
- Salmos 62:1-12 | (Leer)
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