Día 174: “¡Restáuranos!”

“¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos” ( Salmo 80:19). Al leer el Salmo 80 completo, podemos ver en tres oportunidades al músico que lo compone, repetir: “Restáuranos y haz resplandecer tu rostro”. Como si fuese el estribillo de ese canto, pero también el clamor que nace de un corazón necesitado por contemplar la restauración en su pueblo. Claro está que no podemos olvidarnos que los salmos eran cánticos, pero, sin lugar a duda, también eran expresiones que nacían del alma. Hoy en día las canciones pueden venir de distintas inspiraciones: de historias de vida, del amor, de engaños, de vivencias personales o hasta de estados no muy agradables de personas que se deciden a componer… Pero los Salmos fueron inspirados por el Espíritu Santo a través de compositores que amaban y temían a Dios, y se expresaban en momentos personales o que el pueblo estaba transitando. Si dudarlo, la restauración es una necesidad del ser humano. Restaurar es restablecer algo que, tal vez, está quebrado, roto o arruinado. Y si hablamos del pueblo de Dios sabemos que el Señor, cuando restaura, lo hace de manera sorprendente. Hemos visto vidas totalmente restauradas, familias, economías, y la lista podría seguir… Desafío: Por eso es que queremos animarte a que eleves una oración a Jesús pidiéndole la restauración en esa área que tanto estás necesitando. “¡Señor, restauranos!”

• 1 Crónicas 7:1-40 | (Leer)
• 1 Crónicas 8:1-40 | (Leer)
• Salmos 79:1-13 | (Leer)
• Salmos 80:1-19 | (Leer)