“Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal. Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él” (Proverbios 16:6-7). ¿Te acuerdas cuando llegaste a los pies del Señor? ¡Qué pecadores nos sentíamos y cuánta misericordia tuvo Jesús por nosotros! Mas Él continuamente necesita trabajar en nuestras vidas. Si creemos que ya terminó de formarnos y pulirnos, estamos equivocados. La obra aún no está acabada. La misericordia es la que derrama amor y no fuerza, sino que moldea tiernamente y con paciencia nuestro corazón; la verdad de Su Palabra es la que opera como corrector de nuestros pensamientos, conductas, y aun intenciones erradas en nuestras vidas. Cuando el ser humano teme a Dios, modifica permanentemente su vida. Es decir, deja a Dios trabajar en él. Por eso estar en contacto con la Palabra de Dios, en el devocional personal, en un culto o en un ámbito de enseñanza te hará crecer. ¿Cuál será la meta, el objetivo que debemos alcanzar? Este pasaje lo declara: Que nuestros caminos sean agradables al Señor. Y cuando esto se convierte en una realidad, la promesa es que aun aquellos que por alguna razón son “enemigos” estarán en paz con nosotros. ¡Por esta razón es que agradar a Dios siempre es conveniente! Nos acerca más a Él, y nos beneficia de manera personal. Te invito a hacer una pequeña evaluación: ¿Estás cada día haciendo que tus caminos sean agradables a Dios?
- Job 4:1-21 | (Leer)
- Job 5:1-27 | (Leer)
- Proverbios 15:1-33 | (Leer)
- Proverbios 16:1-33 | (Leer)
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