“Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable” ( Eclesiastés 10:1). ¡Qué insecto tan molesto es la mosca! Creo que todos en algún momento determinado la hemos padecido… Cuando queremos dormir y escuchamos su zumbido y no podemos volver a conciliar el sueño; o vamos a una actividad al aire libre y se llena de moscas el lugar; o tal vez al hacer un asado… Hay cosas que podemos hacer que son más proclives a atraerlas y otras a espantarlas. Pareciera ser que aquello que más las atrae son los deshechos y los alimentos que entran en un estado de descomposición. También el perfume, por lo visto, llama su atención. La Biblia la utiliza para compararla con el pecado, los vicios o aun hábitos incorrectos que vienen a estropear nuestro buen nombre o nuestro testimonio. Por este motivo debemos ser cuidadosos. Si observáramos a una mosca posarse sobre nuestra deliciosa comida trataríamos de espantarla y no pararíamos hasta ahuyentarla por completo; de igual forma es imperioso hacerlo en nuestra vida, nuestro hogar y nuestros hijos. ¡Tomemos precauciones! La vida espiritual, la oración y el ayuno las ahuyentan definitivamente; si, en cambio, dejamos de practicarlas volverán una y otra vez. Desafío: Te propongo que hoy puedas ver si hay algún tipo de mosca queriendo arruinarte, para que en oración y con determinación la espantes. La oración y el ayuno es el mejor “matamoscas” que existe en el mundo espiritual.
- Job 30:1-31 | (Leer)
- Job 31:1-40 | (Leer)
- Eclesiastés 9:1-18 | (Leer)
- Eclesiastés 10:1-20 | (Leer)
Comentarios
Gracias, me ayuda a una reflexión, a mirarme para adentro, a examinar mi relación con Jesús. Doy una parte? O a pesar de los obstáculos lo doy todo según su Palabra?