“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.
Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí” Éxodo 3:1, 4.
Uno de los misterios más asombrosos a lo largo de la Biblia, son las apariciones de ángeles o, en otros casos, las Teofanías, es decir las apariciones de Dios en la tierra. En esta oportunidad, Dios mismo hablándole a un hombre llamado Moisés. Es interesante observar algunas enseñanzas a lo largo de este pasaje.
Lo primero y significativo es ver a un Dios tan grande hablarle a un ser tan pequeño, esto mismo sigue ocurriendo hoy.
Lo segundo es observar que mientras Moisés trabajaba, se le apareció el ángel. Estoy convencido de que Dios llama a hombres y mujeres trabajadores, a personas esforzadas, y las comisiona. Algunos creen erradamente que no tienen que hacer demasiado hasta ser llamados por Dios, para hacer grandes cosas. Pero esto no es bíblico, siempre Dios llamó a personas ocupadas y les cambió la ocupación.
Por último, Moisés responde en obediencia al llamado de Dios.
Desafío del día: queremos animarte a que escuches el llamado del Señor; y en el lugar en el que estés: el trabajo, el estudio, el ministerio eclesiástico, hagas con esmero y excelencia tu tarea. Aguardando lo demás que el Señor tiene para tu vida. No menosprecies lo que hoy te toca hacer, valóralo y da lo mejor de vos. Recuerda las palabras bíblicas: “En lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré”.
- Éxodo 3:1-22 | (Leer)
- Éxodo 4:1-31 | (Leer)
- Mateo 27:1-66 | (Leer)
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