“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis” ( Gálatas 5:16-17). Siempre me impactaron las historias de la Biblia en las que tremendos hombres de Dios eran movidos de acá para allá por el Espíritu Santo. Felipe y el eunuco son un ejemplo; también la visión que tuvo Cornelio y la que tuvo Pedro, que se entrelazaron; Jesús mismo que fue llevado por el Espíritu al desierto, y la lista es interminable… Pero quizás hoy en día el mover es un tanto diferente, por eso reflexionaba en ¿qué es andar en el Espíritu? Es hacer exactamente lo que el Señor nos pide cada día . Por eso Pablo en este pasaje afirma que los deseos de la carne son contra el Espíritu. Porque, ¿cómo podría obedecer a Dios y a mi carne que generalmente me pide lo contrario? Dios nos pide santidad, la carne prefiere lo pecaminoso. Dios pide intimidad en oración, en la lectura de la Palabra, y mi mente divaga, prefiere lo rápido, lo que entretiene o divierte… Por eso Pablo aconseja tan sabiamente que no satisfagamos los deseos de la carne. Porque cuando uno le abre la puerta a lo pecaminoso, luego es difícil cerrarla. Desafío: Toma decisiones trascendentes hoy. Si estabas dándole lugar a los deseos de tu carne pídele perdón a Dios y empieza a darle más lugar al Espíritu Santo. Si quieres ser usado poderosamente como los grandes hombres de Dios, vas a tener que decidir darle el primer lugar al Espíritu.
- Isaías 66:1-24 | (Leer)
- Jeremías 1:1-19 | (Leer)
- Gálatas 5:26 | (Leer)
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