Día 350: “El recordar es bueno”

“¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?… Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” ( Miqueas 6:6, 8). De la misma manera que Dios le recordó a Su pueblo cómo lo libró de la esclavitud, hoy en día Él te recuerda de dónde te rescató y las prisiones que rompió para que vivas en libertad. ¿Puedes hacer memoria de cómo era tu vida antes de conocer al Señor? Un día escuché a un predicador que decía: “Si cada día cuando nos levantamos, recordáramos nuestra vida sin Dios y agradeciéramos de dónde Él nos rescató, seguramente no nos permitiríamos vivir sin su presencia y lejos de su amor”. Como consecuencia de ese tremendo amor, tres verbos aparecen en este versículo de lo que Dios nos pide: hacer justicia, amar la misericordia y humillarse ante Él cada día. No nos pide sacrificios, tampoco holocaustos, sino una actitud práctica que le rinda adoración. El pedido desesperado de Dios es: “¡No se olviden lo que yo hice por ustedes!”. Y al recordar, nos será más sencillo responder a Su petición. Un corazón agradecido, que no se olvida del pasado, trae como consecuencia una genuina obediencia. Desafío de hoy: Sé agradecido por todo lo que Jesús hizo en ti. Escucha su voz y proponte de manera práctica, hacer realidad en tu vida la justicia, el amor y la misericordia.

  • Miqueas 5:1-15 | (Leer)
  • Miqueas 6:1-16 | (Leer)
  • Apocalipsis 6:1-17 | (Leer)

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  1. Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?… Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” ( Miqueas 6:6, 8).
    Al recordar de dónde me sacaste, dónde me buscaste, solo me queda arrepentirme, del tiempo perdido.
    Y preguntar,¿ que pasa conmigo?
    Pedirte perdón SEÑOR y decir : heme aquí, ayúdame a volver.
    Reconocer perdida sin ti!
    Gracias SEÑOR POR TU GRAN AMOR! Y PERDÓN!

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