Día 352: “Perfumando el ambiente”

 “Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos” ( Apocalipsis 8:3-4). El incienso, en la Biblia, es símbolo de las oraciones elevadas a Dios. En el Antiguo Testamento, el sumo sacerdote cada mañana debía quemar incienso mientras encendía las lámparas del Templo. Esta costumbre contiene una clave espiritual que, poniéndola por obra, nos ayudará para enfrentar cada día de nuestras vidas. Los afanes diarios pueden generar en nosotros tal vez duda, temor, enojo, tristeza, ansiedad y un sin fin de emociones y estados de ánimo que harán que nos sintamos sin rumbo, solos o desamparados. Pero, cuando abrimos nuestra boca para adorar, nuestras palabras destilan un perfume que atrae la atención de Dios. La mañana, por naturaleza, es el momento de comienzo de las actividades de cada día, y es de suma importancia que podamos encararla de la manera correcta, encendiéndonos en oración, buscando el rostro del Señor. Y de esto probablemente dependerá el desarrollo del resto del día. Nuestras oraciones deben ser ese olor fragante que sube de la mano del ángel ante el trono de Dios. Desafío: Te animo a elevar una oración a Dios cada mañana y perfumar el ambiente donde te encuentras; tus palabras destilarán bendiciones y verás cómo tu día será diferente.

  • Nahúm 1:1-15 | (Leer)
  • Nahúm 2:1-13 | (Leer)
  • Apocalipsis 8:1-13 | (Leer)

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  1. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos” ( Apocalipsis 8:3-4). El incienso, en la Biblia, es símbolo de las oraciones elevadas a Dios. En el Antiguo Testamento, el sumo sacerdote cada mañana debía quemar incienso mientras encendía las lámparas del Templo. Esta costumbre contiene una clave espiritual que, poniéndola por obra, nos ayudará para enfrentar cada día de nuestras vidas.
    ÁMEN
    ALELUYA! GRACIAS SEÑOR!
    ENSEÑAME A CONTAR MIS DIAS Y DARLE AL CORAZON SABIDURÍA !
    SALMO 90
    AMO TU PALABRA, ALABARTE!
    ? GOZO DA EL SERVIR A CRISTO! GOZO EN EL CORAZON ???
    ALELUYA!

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