“Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble” ( Zacarías 9:12) ¿Alguna vez escuchaste frases tan trilladas, pero tan reales, como “la esperanza es lo último que se pierde” o “nunca pierdas la esperanza”?; frases que se mencionan ante momentos de desasosiego, donde la situación nos asegura que algo ya no tiene solución o que no hay nada más por hacer, y nos vemos atrapados por la desesperación, y la desesperanza quiere invadirnos. Lo cierto es que Dios nos revela que hay una solución para cada problema de la vida. La clave es volvernos a Él, quien será la fortaleza y el renuevo que nuestras fuerzas necesitan para poder continuar hasta ver la respuesta a lo que anhelamos o necesitamos. Antes éramos prisioneros de los problemas, de los pensamientos negativos, de las preocupaciones cotidianas y de lo por venir; pero ahora el mayor privilegio es ser prisioneros de esperanza. Ella nos conducirá confiadamente por el camino de la seguridad. La espera de la intervención divina de Dios en cada problema o situación, nos llena de esperanza y no hace otra cosa más que aumentar la fe; y así creeremos y confiaremos que lo que hoy aún no es, será el doble de lo que creíamos, porque Dios ya lo ha anunciado así. Te animamos a romper en oración las cadenas que te ataban a la incredulidad y la desesperanza. Desafío : Pídele al Espíritu Santo que aumente tus fuerzas y puedas aferrarte a la esperanza en Jesús. Si Dios lo prometió, lo cumplirá.
- Zacarías 9:1-17 | (Leer)
- Zacarías 10:1-12 | (Leer)
- Apocalipsis 18:1-24 | (Leer)
