“Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a este: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace” (Lucas 7:8)
¡Qué importante es estar bajo autoridad! La historia del centurión romano le permitió al Señor dejar plasmada una enseñanza que nos sirve hasta el día de hoy. Un centurión era alguien con rango militar que estaba a cargo de una centuria, es decir una compañía de cien soldados. No obedecer a un oficial sería considerado desacato y tendría gravísimas consecuencias, aun la misma muerte.
En el cristiano estar bajo autoridad es estar en obediencia a nuestros líderes y pastores, quienes velan por nuestra salud espiritual y para que todas las cosas nos vayan bien. Cuando vivimos de esta manera, entonces tenemos también autoridad en el área donde nos movemos. Estar bajo autoridad también nos da victoria en el área espiritual.
Es así que el centurión experimentó la sanidad para su criado; en el momento en que Jesús dio la orden, el milagro aconteció y fue sano de su dolencia. Cuando estamos bajo autoridad los milagros ocurren sobre nuestras vidas.
Desafío: Si estás en busca de un milagro hazte esta pregunta: ¿Estoy bajo autoridad? ¿Obedezco sin quejarme a los requerimientos de mis autoridades? La respuesta será una de las claves para recibir tu milagro.
- Levítico 11:1-47 | (Leer)
- Levítico 12:1-8 | (Leer)
- Lucas 7:1-50 | (Leer)
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