“Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:9-10).
A través de Su paso por esta tierra Jesús estuvo con enfermos, pobres, ancianos, niños, etcétera. Compartió con aquellos que no tenían valor para casi nadie. Pero Él vino a salvarlos. En una oportunidad tomó la decisión de cenar en la casa de un hombre muy mal visto por la sociedad de aquella época, un hombre que era considerado por muchos un ladrón. En este pasaje, el Padre nos revela qué vino a buscar. Y lo más impactante es ver la respuesta inesperada de este hombre, su arrepentimiento, su convicción de pecado y su obra de restitución.
Al que más se le perdona más agradece, y este hombre mostró su agradecimiento con hechos. No condenemos a las personas por su vida o sus acciones ni mucho menos por su pasado; hagamos lo que Jesús hizo: compartir el Evangelio de salvación teniendo la esperanza de que alguno de ellos se arrepentirá y será perdonado, al igual que nosotros lo fuimos.
Desafío de hoy: Contactémonos con alguien que dejamos de relacionamos, quizás por su manera de vivir, para compartirle las Buenas Noticias y poder llevar salvación a su vida.
- Números 5:1-31 | (Leer)
- Números 6:1-27 | (Leer)
- Lucas 19:1-48 | (Leer)
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