Día 65: “La ofrenda verdadera”

“Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía” (Lucas 21:1-4).

Esta historia nos hace reflexionar sobre el poder de una ofrenda verdadera. En los días de Jesús existían tres sistemas monetarios: el romano, el griego y el hebreo; estos convivían y eran muy frecuentes en la tierra santa, la tierra de Palestina.
Se le llamaba “blancas” al valor más pequeño dentro de la moneda hebrea. Era muy normal que cada uno diera a Dios en gratitud una ofrenda de amor; los ricos eran los primeros en dar, aunque hacían alarde de lo que ofrendaban. Pero una mujer muy pobre llamó la atención del Maestro, y se transformó en una enseñanza para Sus discípulos y aun para nosotros. Jesús no le impidió dar por su condición. Qué bueno es darse cuenta de que todos podemos dar algo en gratitud a Dios, porque dar no tiene que ver con la cantidad, sino con el corazón con el que se realiza el acto. Dios ve lo que nadie ve.

Fue tan poderosa esta actitud que, después de dos mil años, se sigue hablando de la ofrenda de esta mujer viuda y pobre, y su voluntad de ser parte a pesar de su condición.

Desafío: Miremos dentro de nosotros, veamos si estamos siendo generosos con Dios, y cuál es la actitud de nuestro corazón al hacerlo. Recompensa grande Dios nos dará.

• Números 9:1-23 | (Leer)
• Números 10:1-36 | (Leer)
• Lucas 21:1-38 | (Leer)