“Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos” (Deuteronomio 4:9).
En un mundo en el cual vivimos una vorágine, resolviendo asuntos todos los días y a cada instante, qué fácil es olvidarse de los momentos en los que Dios ha sido fiel. Por eso la Palabra de Dios insta a no olvidarse de las cosas que nuestros ojos vieron. Piensa por un instante: ¿Qué cosas has visto? ¿Viste milagros, salvación, protección? ¿Fuiste testigo de la intervención divina en algún momento de tu vida? ¡No lo olvides! Guárdalo en tu corazón y enséñaselo a tus generaciones.
¿Qué padre no le enseña a sus hijos desde chicos a estar atentos, a tomar precauciones, a cuidarse por dónde andan y con quiénes se juntan? De la misma manera Dios nos dice que debemos cuidarnos de no volver atrás, de guardar lo más preciado: que es nuestra salvación, nuestra fe. Seamos diligentes para que nada afecte nuestro corazón, y esa experiencia de vida sea un legado para nuestros hijos y nietos. Vivamos la fe en Cristo Jesús y enseñemos a los nuestros a caminar en esa misma fe.
Desafío: Te animo a que, a partir de hoy, comiences a orar y a sembrar en tus próximas generaciones.
- Deuteronomio 3:1-29 | (Leer)
- Deuteronomio 4:1-49 | (Leer)
- Lucas 12:1-59 | (Leer)
Comentarios
AMÉN ! Deuteronomio 4-9
Recordemos también, cómo enseñó nuestro Pr. Regondi:
Nuestro entorno ” no es neutro”!
Valoremos el consejo de NUESTRO DIOS, LA PALABRA DE DIOS!
Y el CONSEJO de nuestro Pr.
ALELUYA! GLORIA al SEÑOR por su PALABRA,
Y a nuestros pastores, por sus sanos consejos! Amén ?