Día 90: “Oramos por un avivamiento”

“Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos” (Hechos 1:14)

Jesús pidió a su iglesia que esperara en Jerusalén la llenura del Espíritu Santo, y en ese contexto es que el Espíritu visita en el aposento alto a unas ciento veinte personas que estaban reunidas orando; y se asentaron sobre cada uno de ellos lenguas repartidas como de fuego. ¡Qué experiencia extraordinaria!

Como iglesia de Cristo debemos perseverar en toda oración y ruego, todos juntos con un mismo ánimo, al igual que la iglesia primitiva que le aguardaba confiando y creyendo que lo recibirían. La oración unida tiene poder. El Señor escucha la oración de cada uno de Sus hijos, pero nada se compara a la oración que elevamos todos juntos como su pueblo. Si queremos un avivamiento para nuestra nación debemos empezar por nosotros, por nuestra familia, nuestra célula, nuestra iglesia, para que de esta manera sigamos escribiendo el libro de los Hechos, contando las maravillas de Dios en nuestra nación.

Desafío de hoy: Si está dentro de tus posibilidades, únete al equipo de intercesión de la iglesia, orá junto con ellos. Si no lo podés hacer, ponte de acuerdo con algún amigo y clamen juntos por sus necesidades personales, pero también por un avivamiento para nuestra nación. ¡Sé parte, no te quedes afuera!

  • Deuteronomio 23:1-25 | (Leer)
  • Deuteronomio 24:1-22 | (Leer)
  • Hechos 1:1-26 | (Leer)

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