Día 98: “¿Que quieres que yo haga?”

“Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer” (Hechos 9:6).

Mientras leía cómo Saulo, el que acechaba a los creyentes, se encontró con Jesús, pensaba que para Dios no hay un corazón difícil que se pueda resistir. Hay personas que parecen muy duras, que permanentemente rechazan al Señor o hasta se burlan, pero con paciencia e insistencia veremos cómo Dios irá ablandando sus corazones. Algunos por ignorancia, otros solo por hacerse los graciosos… No lo personalices, ya que no te rechazan a ti, sino al que te envió. Cuando lo personalizamos nos ponemos mal, nos sentimos avergonzados, y quizás nos desanimamos; pero no lo tomes como algo personal.

Por otro lado, no ignores el mundo espiritual que ata las mentes y los corazones. Su entendimiento, en ocasiones, está enceguecido, y debemos orar para que las vendas caigan de sus ojos y puedan ver con claridad. Quizás en este momento venga a tu mente alguna persona en particular o un familiar que por tanto tiempo le predicaste y todavía sigue sin entregarse a Dios. No te desanimes porque llegará el día, como llegó en la vida de Saulo, donde se entregará por completo y le dirá: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?”.

Desafío: Te animo a que vuelvas a elevar una oración poderosa por esa persona. ¡Dios será fiel!

  • Josué 5:1-15 | (Leer)
  • Josué 6:1-27 | (Leer)
  • Hechos 9:1-43 | (Leer)

Compartir

Acerca del Autor

Últimos Artículos

No hay más Artículos

Déjanos tu Comentario

Comentarios

No te pierdas los otros artículos de nuestro

Blog